EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Sábado después del Miércoles de Ceniza A
Libro de Isaías 58,9-14.
Entonces llamarás, y el Señor responderá; pedirás auxilio, y él dirá: "¡Aquí estoy!".
si ofreces tu pan al hambriento y sacias al que vive en la penuria, tu luz se alzará en
las tinieblas y tu oscuridad será como el mediodía. El Señor te guiará
incesantemente, te saciará en los ardores del desierto y llenará tus huesos de vigor;
tú serás como un jardín bien regado, como una vertiente de agua, cuyas aguas
nunca se agotan. Reconstruirás las ruinas antiguas, restaurarás los cimientos
seculares, y te llamarán "Reparador de brechas", "Restaurador de moradas en
ruinas". Si dejas de pisotear el sábado, de hacer tus negocios en mi día santo; si
llamas al sábado "Delicioso" y al día santo del Señor "Honorable"; si lo honras
absteniéndote de traficar, de entregarte a tus negocios y de hablar ociosamente,
entonces te deleitarás en el Señor; yo te haré cabalgar sobre las alturas del país y te
alimentaré con la herencia de tu padre Jacob, porque ha hablado la boca del Señor.
Salmo 86(85),1-2.3-4.5-6.
Oración de David. Inclina tu oído, Señor, respóndeme, porque soy pobre y
miserable;
protégeme, porque soy uno de tus fieles, salva a tu servidor que en ti confía.
Tú eres mi Dios: ten piedad de mí, Señor, porque te invoco todo el día;
reconforta el ánimo de tu servidor, porque a ti, Señor, elevo mi alma.
Tú, Señor, eres bueno e indulgente, rico en misericordia con aquellos que te
invocan:
¡atiende, Señor, a mi plegaria, escucha la voz de mi súplica!
Evangelio según San Lucas 5,27-32.
Después Jesús salió y vio a un publicano llamado Leví, que estaba sentado junto a la
mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: "Sígueme". El, dejándolo todo, se
levantó y lo siguió. Leví ofreció a Jesús un gran banquete en su casa. Había
numerosos publicanos y otras personas que estaban a la mesa con ellos. Los
fariseos y los escribas murmuraban y decían a los discípulos de Jesús: "¿Por qué
ustedes comen y beben con publicanos y pecadores?". Pero Jesús tomó la palabra y
les dijo: "No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos.
Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se
conviertan".
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :
Litúrgia latina
Himno « Audi benigne Conditor »
« Yo no he venido a llamar a los justos sino a los pecadores, para que se
conviertan »
Oh bondadoso Creador: escucha
la voz de nuestras súplicas y el llanto
que, mientras dura el sacrosanto ayuno
de estos cuarenta días, derramamos.
A Ti, que escrutas nuestros corazones
y que conoces todas sus flaquezas,
nos dirigimos para suplicarte
la gracia celestial de tu indulgencia.
Mucho ha sido, en verdad, lo que pecamos
pero estamos, al fin, arrepentidos,
y te pedimos, por tu excelso nombre,
que nos cures los males que sufrimos.
Haz que por la virtud de la abstinencia
podamos dominar a nuestros cuerpos,
y que, participando del ayuno,
no pequen más los corazones nuestros.
Oh Trinidad Santísima, te rogamos
que nos conduzcas a la alegría de la fiestas pascuales
y veremos elevarse a Cristo,
glorioso y con vida sobre los muertos. Amén
“servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”