¡No podemos guardar la gran noticia!
26/04/201
Evangelio
Del santo Evangelio según san Juan 20, 11-18
El día de la resurrección, María se había quedado llorando junto al sepulcro de
Jesús. Sin dejar de llorar, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de
blanco, sentados en el lugar donde había estado el cuerpo de Jesús, uno en la
cabecera y el otro junto a los pies. Los ángeles le preguntaron: «¿Por qué estás
llorando, mujer?». Ella les contestó: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé
dónde lo habrán puesto».
Dicho esto, miró hacia atrás y vio a Jesús de pie, pero no sabía que era Jesús.
Entonces Él le dijo: «Mujer, ¿por qué estás llorando? ¿A quién buscas?». Ella,
creyendo que era el jardinero, le respondió: «Señor, si Tú te lo llevaste, dime
dónde lo has puesto». Jesús le dijo: «¡María!». Ella se volvió y exclamó:
«¡Rabuní!», que en hebreo significa «maestro». Jesús le dijo: «Déjame ya, porque
todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: “Subo a mi Padre y su
Padre, a mi Dios y su Dios”.
María Magdalena se fue a ver a los discípulos para decirles que había visto al Señor
y para darles su mensaje.
Oración preparatoria
Jesucristo, María Magdalena quería tocarte porque te conocía, te quería y te había
acompañado hasta la cruz. Yo también quiero tocarte hoy en mi oración porque sé
que, además, de quedarte en la Eucaristía, estás siempre dispuesto a venir
espiritualmente a mi corazón. Ven dulce huésped de mi alma, para que sea tu
oración la que me lleve a conocer la voluntad de Dios en mi vida.
Petición
Señor, permite que crezca mi generosidad y sea dócil a las inspiraciones de tu
Espíritu Santo.
Meditación
A María Magdalena el Seor le dijo: „Suéltame, pues todavía no he subido al
Padre‟. Es sorprendente esta frase, sobre todo si se compara con lo que sucedi al
incrédulo Tomás. Allí, en el Cenáculo, fue el Resucitado quien presentó las manos y
el costado al Apóstol para que los tocara y así obtuviera la certeza de que era
precisamente Él. En realidad, los dos episodios no se contradicen; al contrario, uno
ayuda a comprender el otro. María Magdalena quería volver a tener a su Maestro
como antes, considerando la cruz como un dramático recuerdo que era preciso
olvidar. Sin embargo, ya no era posible una relación meramente humana con el
Resucitado. Para encontrarse con Él no había que volver atrás, sino entablar una
relación totalmente nueva con Él: era necesario ir hacia adelante. () La mirada ya
está orientada hacia el futuro. El discípulo tiene la misión de testimoniar la muerte
y la resurreccin de su Maestro y su vida nueva. ()
No podemos guardar para nosotros la gran noticia. Debemos llevarla al mundo
entero: „Hemos visto al Seor‟”. (Benedicto XVI, 11 de abril de 2007).
Reflexión apostólica
«Por otra parte, el Movimiento es bien consciente de la necesidad de una
conversión permanente, pues en esta vida el cristiano no ha llegado a la meta. El
camino posterior a la conversión inicial sigue siendo un camino en el que hay que
esforzarse por revestirse del hombre nuevo. Un camino en donde no faltan las
grandes alegrías, las luces del Señor, pero en el que también se encuentran valles
oscuros en los que se debe seguir adelante con confianza apoyándose en la bondad
del Señor muerto y resucitado» (Manual del miembro del Movimiento Regnum
Christi , n. 123).
Propósito
Difundir la alegría de la Resurrección de Cristo a donde quiera que vaya y en todo
lo que haga.
Diálogo con Cristo
Señor Jesús, debo entregar «todo» porque Tú entregaste «todo» por mí. Te doy mi
corazón y toda mi vida. Te ofrezco trabajar y luchar en mi vocación de discípulo y
misionero de tu amor. Dejándote actuar en mi vida, mi entorno familiar y social va
cambiar para bien. Gracias por esta oración y confío en tu gracia para que mis
deseos se hagan realidad.
« ¡Alertas, siempre alertas! ¡Firmes, siempre firmes! ¡Siempre llenos de esperanza!
Seguros del triunfo de Cristo. ¡No dudar! ¡No aceptar la mediocridad! »
( Cristo al centro, n. 741)