Laicos comprometidos, formados y entusiastas.
30/04/201
Evangelio
Del santo Evangelio según san Marcos 16, 9-15
Habiendo resucitado al amanecer del primer día de la semana, Jesús se apareció
primero a María Magdalena, de la que había arrojado siete demonios. Ella fue a
llevar la noticia a los discípulos, los cuales estaban llorando, agobiados por la
tristeza; pero cuando la oyeron decir que estaba vivo y que lo había visto, no le
creyeron.
Después de esto, se apareció en otra forma a dos discípulos, que iban de camino
hacia una aldea. También ellos fueron a anunciarlo a los demás; pero tampoco a
ellos les creyeron.
Por último se apareció Jesús a los Once, cuando estaban a la mesa, y les echó en
cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no les habían creído a los que lo
habían visto resucitado. Jesús les dijo entonces: «Vayan por todo el mundo y
prediquen el Evangelio a toda creatura».
Oración introductoria
Padre mío, ayúdame a descubrirte en este momento de oración, quiero que seas la
brújula que guía no sólo este día sino mi vida entera. Ayúdame a ser dócil a tus
inspiraciones.
Petición
Señor, no permitas que me agobie por los problemas de este día.
Meditación
«Si los fieles laicos han de asumir esta misión, tienen que ser cada vez más
conscientes de la gracia del bautismo (…). En unión de mente y corazón con sus
pastores, y acompañados en cada paso de su camino de fe por una sana formación
espiritual y catequética, necesitan ser animados a cooperar activamente no sólo en
la construcción de sus comunidades cristianas locales, sino también en la
elaboración de nuevos caminos para el Evangelio en todos los sectores de la
sociedad. Vastos horizontes de misión se están abriendo ya (…) en sus esfuerzos
por dar testimonio de la verdad del Evangelio; pienso en particular en las
oportunidades ofrecidas por su ejemplo de amor cristiano la vida conyugal y
familiar, su defensa del don divino de la vida desde la concepción hasta la muerte
natural, su amorosa preocupación por los pobres (…), su disposición a perdonar a
sus enemigos (…), su ejemplo de justicia, honradez y solidaridad en sus lugares de
trabajo (…). El creciente número de laicos comprometidos, formados y entusiastas
es, por tanto, un signo de gran esperanza para el futuro de la Iglesia» (Benedicto
XVI, Mensaje al Congreso de Laicos Católicos de Asia, septiembre de 2010).
Reflexión apostólica
«Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura’, es la gran misión
que Cristo encomendó a sus apóstoles antes de ascender al cielo y cuyo eco
resuena hoy con renovado apremio. Los destinatarios del Evangelio en nuestro
tiempo, como entonces, son una multitud inmensa. Entre ellos se encuentra no sólo
a los que están fuera de la Iglesia, sino también a los que viven hoy dentro de ella
pero, debido a su ignorancia religiosa o a su abandono espiritual o moral, se han
convertido también, en cierto sentido, en tierra de misión» (Manual del miembro
del Movimiento Regnum Christi , n. 375).
Propósito
Hacer algo concreto para convertirme en un laico comprometido, formado y
entusiasta con la misión de la nueva evangelización.
Diálogo con Cristo
Jesús, me has enseñado que la misión, para que tenga frutos, debe partir de una fe
viva que se quiere comunicar, por amor a los demás, empezando por mi propia
familia. Gracias por proponerme el estilo de vida del Regnum Christi donde la
oración y la misión son la base para crecer en el amor. Siguiendo esta espiritualidad
podré transformarme, con tu gracia, en el apóstol que mi familia, el mundo y la
Iglesia necesitan.
«Cuando dos jóvenes se unen por el sacramento del matrimonio, quedan
consagrados para servirse uno al otro y para anunciar el Evangelio a sus hijos.
Aquel genérico ‘id al mundo entero’ de Jesús se concreta para los que recibieron el
sacramento matrimonial en «id a vuestros hijos y predicadles el evangelio»
( Cristo al centro, n.899).