Carta del Obispo de Posadas para el Tercer domingo de Pascua 08.05.2011.
COMPARTIR TIEMPO, DONES Y BIENES:
En este tiempo Pascual el texto del Evangelio (Lc. 24, 13-35) nos narra un nuevo encuentro de
Jesucristo, el Señor resucitado, con los discípulos de Emaús. Es llamativo como estos discípulos
regresaban a su pueblo desde Jerusalén, conociendo todo lo que había pasado con Jesús el Nazareno: “Él
que fue un profeta poderoso en obras y, palabras ante Dios y ante todo el pueblo…Nosotros
esperábamos que él fuera el libertador de Israel” (Lc 24, 20-21)… “Pero sus ojos estaban cegados, no
eran capaces de reconocerlo” (Lc 24,16)... Después del encuentro con Jesús, cuando lo reconocieron, sus
vidas cambiaron: “Y entró para quedarse con ellos. Cuando estaba sentado a la mesa con ellos, tomó
pan, lo bendijo, lo partió y lo dio a ellos. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero Jesús
desapareció de su lado; y se dijeron unos a otros: ¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba en el
camino y nos explicaba las Escrituras?...”(Lc 24,32) Esta es la experiencia de fe Pascual que
necesitamos realizar cada cristiano, y que lleva a la Iglesia a anunciar al mundo, que la vida, aún con sus
dolores y dificultades, está cargada de sentido, porque la vida triunfa sobre la muerte, Jesucristo el que
murió, Resucitó.
Este fin de semana realizamos en nuestra Diócesis la catequesis y campaña sobre el sostenimiento de la
Iglesia Católica. Muchos desconocen cuales son los ingresos que tiene la Iglesia Diocesana para realizar
su acción evangelizadora. El comprender esto nos permitirá entender la necesidad de aportar nuestro
“tiempo, talento y dinero”, para ayudar a anunciar el Reino de Dios. Gran parte del sostenimiento es con
el esfuerzo de las comunidades y la comunión de bienes, colectas y ayudas de Diócesis y de Iglesias
hermanas. Quiero resaltar fundamentalmente los beneficios de ayudas de organizaciones católicas
sobretodo europeas, y de “ADVENIAT” organización de la Conferencia Episcopal Alemana, que con su
aporte vamos renovado gran parte de las camionetas y autos, que utilizan los sacerdotes en su acción
pastoral, así como un sin número de infraestructuras para la tarea pastoral.
La multiplicación de la población hace que las comunidades tengan que buscar terrenos, armar nuevos
salones, capillas y generar recursos con beneficios, ventas de pollo, comidas…en algunos casos hemos
tenido la colaboración del Estado Provincial, y también de donaciones privadas, pero todo es escaso ante
el crecimiento de nuevas comunidades y necesidades. El mismo sostenimiento del Seminario Mayor,
Santo Cura de Ars, en gran proporción es con las colectas de Confirmación que en su totalidad son
destinadas para el Seminario, una colecta anual en agosto, y los bonos de ayuda, así como donaciones
particulares.
La mayor parte de la acción evangelizadora de la Iglesia que implica el tiempo de mucha gente, y el
poner dones y talentos al servicio de los otros, forman parte de un gran voluntariado que es fruto de la
gratuidad, de la entrega al servicio del anuncio del Reino. Claramente en toda la tarea evangelizadora de
la Iglesia se percibe nítidamente que obra la “Providencia de Dios”.
La catequesis y colecta de este fin de semana dedicada a la tarea que realizan los laicos en sus distintos
servicios, acompaña la formación de los mismos, la participación en encuentros diocesanos, regionales,
nacionales y su forma de organización pastoral. En esta reflexión quiero compartir parte de una carta que
los Obispos argentinos enviamos con este tema a cada diócesis:
“Al acercarnos a ti en ocasión de la campaña Anual para el Sostenimiento de la Iglesia, queremos
recordar una expresión del Apóstol San Pablo en la primera carta a los cristianos de Corinto (3, 10):
“Que cada cual se fije bien de que manera construye”. Como sucede en la vida de nuestras propias
familias, así también las comunidades cristianas se edifican con el aporte de cada uno de los que las
formamos. Así crecen o así decaen. Hace cuatro años, en 2007, se realizo en Aparecida un encuentro
clave de Obispos, reflexionando sobre el desafío que hoy se presentan a la Iglesia, a los cristianos: ser
“Discípulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en El tengan vida”. Y, “para que
nuestros pueblos en El tengan vida, Jesús cuenta contigo…con tu parroquia, capilla, amigos, tu
comunidad…Hoy te invitamos a preguntarte: ¿yo con que seguiré construyendo? ¿Con lo mejor de mí?.
La comunión de bienes implica nuestros talentos, tiempo y dinero”.
Pido a Dios que nos sintamos responsables de la evangelización de la Iglesia.
Un saludo cercano y hasta el próximo domingo
Mons. Juan R Martínez.