Solemnidad de Todos los Santos (1 de noviembre)
P. Félix Jiménez Tutor, escolapio
Escritura:
Apocalipsis 7,2-4, 9-14; 1 Juan 3, 1-3;
Mateo 5, 1-12
EVANGELIO
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se
acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:
Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados.
Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán hijos de Dios.
Dichosos los perseguidos por la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier
modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será
grande en el cielo.
HOMILÍA
Durante la lucha civil y religiosa del cisma de Inglaterra, los Rounheads
Protestantes entraban en las iglesias y destruían todos los símbolos religiosos. En la
catedral de Winchester hicieron añicos una magnífica vidriera.
Los cristales multicolores yacían esparcidos por el suelo. Imposible recomponerla.
¿Qué hacer con todos esos diminutos cristales?
Los feligreses los recogieron con mucho cuidado y amor.
Mucho antes de que naciera el arte abstracto, los conjuntaron todos y los colocaron
en una gran ventana.
Hoy, 300 años más tarde, el mismo sol brilla a través de los mismos hermosos
colores, un kaleidoscopio de cristalitos, colocados de distinta manera pero formando
un cuadro más significativo.
La luz de Dios tiene que seguir brillando a través de nosotros que somos santos
pero con coronas rotas.
LA LISTA de los santos no se agota en el martirologio, ni en los nombres conocidos:
Saturio, Calasanz, Teresa de Avila, Francisco de Asís...
Ni los santos oficiales, ni los santos anónimos fueron perfectos.
Pedro, cobarde, negó a su Señor.
Pablo, misógino, tiene ramalazos de arrogancia.
Juan y Santiago, ambiciosos, querían ser number one.
Agustín, lujurioso, aprendió a dominar la carne.
Dorothy Day, en sus años locos, abortó y se divorció.
Nadie nace Santo. Los santos hacen la diferencia, amorosa diferencia, desde su
debilidad y desde su fe, porque intentaron servir a Dios y al prójimo. Esta diferencia
hace que den gloria a Dios y reaviven la chispa divina que anida en sus corazones.
La iglesia es, tal vez, uno de los pocos lugares que nos quedan donde podemos
encontrar gente que son diferentes de nosotros pero con los que podemos formar
una familia más grande. Henry Nouwen
UN SANTO: un pecador muerto pero revisado y corregido. Ambrose Bierce.
UN SANTO es alguien que hace la bondad atractiva.
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Padre Félix Jiménez Tutor, Sch.P