Jesús quiere transformarnos.
12/05/2011
Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Juan 6, 44-51
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: «Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el
Padre, que me ha enviado; y a ése Yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los
profetas: *Todos serán discípulos de Dios*. Todo aquel que escucha al Padre y
aprende de Él, se acerca a mí. No es que alguien haya visto al Padre, fuera de
aquel que procede de Dios. Ese sí ha visto al Padre.
«Yo les aseguro: el que cree en mí, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Sus
padres comieron el maná en el desierto y sin embargo, murieron. Este es el pan
que ha bajado del cielo para que, quien lo coma, no muera. Yo soy el pan vivo que
ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre, y el pan que Yo
les voy a dar es mi Carne para que el mundo tenga vida». Palabra del Señor.
Oración introductoria
Este tiempo pascual puede llevarme a vivir más intensamente mi relación íntima
contigo, Señor y Dios mío, porque tu amor no conoce medida y siempre estás
dispuesto a darme el Pan de la vida. ¡Ven, dulce huésped del alma!
Petición
Señor, dame la fe y el amor para tener un encuentro contigo en esta meditación.
Meditación
«Mediante esta contemplación en adoración, Él [Jesús] nos atrae hacia sí, nos hace
penetrar en su misterio, por medio del cual quiere transformarnos, como
transformó la Hostia. (…). Nos recuerda también la peregrinación de Israel durante
los cuarenta años en el desierto. La Hostia es nuestro maná; con él el Señor nos
alimenta; es verdaderamente el pan del cielo, con el que Él se entrega a sí mismo.
(…) Le pedimos: Guíanos por los caminos de nuestra historia. Sigue mostrando a la
Iglesia y a sus pastores el camino recto. Mira a la humanidad que sufre, que vaga
insegura entre tantos interrogantes. (…) Da a los hombres el pan para el cuerpo y
para el alma. Dales trabajo. Dales luz. Dales a Ti mismo. Purifícanos y santifícanos
a todos. Haznos comprender que nuestra vida sólo puede madurar y alcanzar su
auténtica realización mediante la participación en tu pasión, mediante el ‘sí’ a la
cruz, a la renuncia, a las purificaciones que tú nos impones. (…) Une a tu Iglesia;
une a la humanidad herida. Danos tu salvación. Amén» (Benedicto XVI, 15 de junio
de 2006).
Reflexión apostólica
«Como fruto adicional del triduo de renovación o de los ejercicios espirituales,
conviene que los participantes elaboren o revisen su programa de vida espiritual y
renueven sus promesas de incorporación al Regnum Christi durante la celebración
eucarística conclusiva» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi , n.
271).
Propósito
Elaborar un programa de vida espiritual para realmente transformarme en un
verdadero cristiano.
Diálogo con Cristo
Jesús, me doy cuenta que recibir el sacramento de la Eucaristía me compromete a
trabajar por la instauración de tu Reino, donde la verdad de tu justicia y caridad
lleve al mundo a la vida. Pero sabes que soy egoísta, que evito el sacrificio, que me
cuesta compartir, si no tanto mis bienes, si mi tiempo, pero también sé que Tú
puedes hacer que estas actitudes negativas vayan cambiando, por eso hoy te
ruego, ¡hazme tu discípulo y misionero!
«El camino, el libro abierto, es Jesús. Estúdienlo, medítenlo en la oración, en la
Eucaristía, ante el Sagrario. Descúbranlo cada día. Ese descubrimiento les irá
llevando al amor»
( Cristo al centro , n. 542).