La Pascua es el regalo del amor de Dios. Disfrútala y comunícala.
Hechos 12,24-13,5 Apartadme a Bernabé y a Saulo
Salmo responsorial: 66 Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
Juan 12,44-50 Yo he venido al mundo como luz
En aquel tiempo, Jesús dijo, gritando: "El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me
ha enviado. Y el que me ve a mí ve al que me ha enviado. Yo he venido al mundo como luz, y
así, el que cree en mí no quedará en tinieblas. Al que oiga mis palabras y no las cumpla yo
no lo juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me
rechaza y no acepta mis palabras tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he pronunciado,
ésa lo juzgará en el último día. Porque yo no he hablado por cuenta mía; el Padre que me
envió es quien me ha ordenado lo que he de decir y cómo he de hablar. Y sé que su
mandato es vida eterna. Por tanto, lo que yo hablo lo hablo como me ha encargado el
Padre."
El plan de Jesús no era otra cosa que hacer la voluntad del Padre que lo
había enviado. Venía en su nombre y en su nombre hacía todo. Por eso decía: mi
Padre y yo somos una misma cosa. Quien me ve, ve al Padre y los dos somos lo
mismo. El ha venido como la luz. Desde la antigüedad habíamos quedado ciegos y
es Jesús quien viene a darnos esa luz para entender y ver las cosas de Dios.
Eso de que Dios castiga y que Dios nos va a pasar factura es pua mentira.
Pues bien loa clara Jesús: porque no he venido para juzgar al mundo, sino para
salvar al mundo. Además, que somos nosotros mismos los que nos condenamos al
no ir por el sendero verdadero. San Mateo nos recuerda en su evangelio que
seremos juzgados por nuestra actitud de amor y servicio a los hermanos más
necesitados: "Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de
beber..." (Mateo 25, 31-46). Esta es la Palabra de Jesús, que nos reta e interpela, y
que nos juzgará según la hayamos acogido o no. Estamos aún en tiempo oportuno.
Lo que pasa es que no ponemos en práctica la palabra de Dios. La
escuchamos y ya. La invitación es para todos. Y aunque por diversos motivos
fallemos o descuidemos el cumplimiento de la Palabra, aún así, el Señor no nos
codena.
"La fe cristiana no es una 'religión del Libro': el cristianismo es la
'religión de la Palabra de Dios', no de 'una palabra escrita y muda, sino
del Verbo encarnado y vivo"
(Juan Pablo II)
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@padrerivas