Domingo 22 de MAYO de 2011
5º Domingo de Pascua 2011
Hechos de los apóstoles 6,1-7
En aquellos días, al crecer el número de los discípulos, los de lengua griega
se quejaron contra los de lengua hebrea, diciendo que en el suministro diario no
atendían a sus viudas. Los Doce convocaron al grupo de los discípulos y les dijeron:
"No nos parece bien descuidar la palabra de Dios para ocuparnos de la
administración. Por tanto, hermanos, escoged a siete de vosotros, hombres de
buena fama, llenos de espíritu y de sabiduría, y los encargaremos de esta tarea:
nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la palabra." La propuesta
les pareció bien a todos y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu
Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás, prosélito de
Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y ellos les impusieron las manos
orando.
La palabra de Dios iba cundiendo, y en Jerusalén crecía mucho el número de
discípulos, incluso muchos sacerdotes aceptaban la fe.
Salmo responsorial: 32
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Aclamad, justos, al Señor, / que merece la alabanza de los buenos. / Dad
gracias al Señor con la cítara, / tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R.
Que la palabra del Señor es sincera, / y todas sus acciones son leales; / él
ama la justicia y el derecho, / y su misericordia llena la tierra. R.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, / en los que esperan en su
misericordia, / para librar sus vidas de la muerte / y reanimarlos en tiempo de
hambre. R.
1Pedro 2,4-9
Queridos hermanos: Acercándoos al Señor, la piedra viva desechada por los
hombres, pero escogida y preciosa ante Dios, también vosotros, como piedras
vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu, formando un sacerdocio
sagrado, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo. Dice la
Escritura : "Yo coloco en Sión una piedra angular, escogida y preciosa; el que crea
en ella no quedará defraudado." Para vosotros, los creyentes, es de gran precio,
pero para los incrédulos es la "piedra que desecharon los constructores: ésta se ha
convertido en piedra angular", en piedra de tropezar y en roca de estrellarse. Y
ellos tropiezan al no creer en la palabra: ése es su destino. Vosotros sois una raza
elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios
para proclamar las hazañas del que os llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su
luz maravillosa.
Juan 14,1-12
En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría
dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os
llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo
voy, ya sabéis el camino." Tomás le dice: "Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo
podemos saber el camino?" Jesús le responde: "Yo soy el camino, y la verdad, y la
vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi
Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto." Felipe le dice: "Señor, muéstranos al
Padre y nos basta." Jesús le replica: "Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me
conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú:
"Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo
que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él
mismo hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no,
creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que
yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre."
COMENTARIOS
HECHOS. En la comunidad lucana descrita en la primera lectura , los
apóstoles tienen plena conciencia que no lo pueden hacer todo y que necesitan
valerse de otros para atender a las necesidades urgentes de la comunidad pero sin
desatender el ministerio de la Palabra. Pero ellos no imponen. Invitan a la
comunidad a escoger sus propios servidores, animadores. Les presentan a siete
personas que son «autorizados» por los apóstoles para satisfacer las necesidades
de la comunidad. No son servidores de segunda. Son personas encargadas o
enviadas a realizar ministerios diferentes. Pero todos estaban empeñados en la
difusión de la Palabra y en el crecimiento numérico y cualificado de la comunidad.
EVANGELIO. Estamos en la cena de despedida.
Tomás , el de las dudas, lanza la cuestión en nombre de todos: “Seor, no
sabemos a dónde vas, ¿cmo podemos saber el camino?”
Felipe, más radical y más humilde a la vez, suplica: “Seor, muéstranos al
Padre y nos basta”. Plantea la cuestión de Dios y su presencia perceptible en el
mundo. Está latente el deseo de todo cristiano de que Jesús haga una demostración
inequívoca de grandeza.
Hoy, en diálogo con quienes le aceptan pero no acaban de comprenderle,
desvela su relación con Dios mismo y su propia identidad. “Yo soy”. No sólo es un
camino a seguir para alcanzar a un Dios lejano y ausente. Él mismo “es el Camino,
la Verdad y la Vida ”. Y sabemos que el cristianismo no consistirá en la adhesión
a una doctrina, ni en la búsqueda de visiones extraordinarias o de una vida
separada del hombre, sino en la adhesión a una persona. Verle a Él, descubrirle
a Él, asimilarle a Él.
Es el Camino real y constatable, en la oración y en la acción, en la vida
personal y en la vida comunitaria; es la Verdad palpable, la Palabra hecha carne,
que rebasa las enseñanzas y relativiza las doctrinas y sabidurías humanas; es
la Vida, el “amigo de la vida” que quiere la vida plena para todos. No hay que
buscar ni recorrer otro camino.
Jesús es la respuesta concreta a las preguntas que inevitablemente nos
hacemos. Pero hay que correr el riesgo del encuentro, tener la confianza de saberse
guiado y orientado.
Juan Alarcón, s.j.
(Extracto de servicios KOINONÍA)
(Extracto de Sal Térrea HOMILÉTICA)