Dios nos prepara para algo grande.
24/05/2011
Evangelio
Del santo Evangelio según san Juan 14, 27-31
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «La paz les dejo, mi paz les doy. No se
las doy como la da el mundo. No pierdan la paz ni se acobarden. Me han oído decir:
“Me voy, pero volveré a su lado”. Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al
Padre, porque el Padre es más que Yo. Se los he dicho ahora, antes de que suceda,
para que cuando suceda, crean.
Ya no hablaré muchas cosas con ustedes, porque se acerca el príncipe de este
mundo; no es que Él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo sepa
que amo al Padre y que cumplo exactamente lo que el Padre me ha mandado».
Palabra del Señor.
Oración introductoria
¡Oh Señor, ayúdame a iniciar esta meditación con la serenidad y paz de saber que
Tú eres lo único esencial en mi vida; que todo lo demás, personas, bienes y
acontecimientos, son sólo medios que Tú pones en mis manos para que pueda
amarte y servirte por medio de ellos!
Petición
Dame, Señor, tu paz para mantener una continua comunicación contigo.
Meditación
«„Volveré a veros…‟ (…). Son palabras que indican una propuesta exaltadora de
felicidad sin fin, del gozo de ser colmados por el amor divino para siempre.
Preguntarse sobre el futuro definitivo que nos espera a cada uno de nosotros da
sentido pleno a la existencia, ya que orienta el proyecto de vida hacia horizontes no
limitados y pasajeros, sino amplios y profundos, que llevan a amar el mundo, tan
amado por el mismo Dios, a dedicarnos a su desarrollo, pero siempre con la
libertad y la alegría que nacen de la fe y de esperanza. Son horizontes que ayudan
a no absolutizar las realidades terrenas, sintiendo que Dios nos prepara una
perspectiva más grande, y a repetir con san Agustín: „Deseemos juntos la patria
celeste, suspiremos hacia la patria celeste, sintámonos peregrinos aquí abajo‟ (…).
Queridos jóvenes, os exhorto a no olvidar esta perspectiva en vuestro proyecto de
vida: estamos llamados a la eternidad. Dios nos ha creado para estar con Él, para
siempre. Ésta os ayudará a dar un sentido pleno a vuestras elecciones y a dar
calidad a vuestra existencia». (Mensaje del Papa Benedicto XVI a los jóvenes, con
motivo de la XXV Jornada Mundial de la Juventud, 2010).
Reflexión apostólica
«La vida es una y sólo se vive una vez. Dios concede a cada uno de nosotros un
tiempo determinado, corto, muy corto, para que le amemos identificándonos con
Cristo y realizando la propia misión en la Iglesia» (Manual del miembro del
Movimiento Regnum Christi , n. 164).
Propósito
Ante las preocupaciones o tareas de la vida diaria me preguntaré: «¿Y esto qué vale
de cara a la eternidad?»
Diálogo con Cristo
Señor, si la vida es tan breve y Tú eres lo más grande en mi vida, ¿por qué no
invierto lo mejor de mi tiempo y de mis días en servirte? Desde hoy quiero
comprometerme más contigo. Te prometo ser generoso para dedicarte lo mejor de
mí. Dame un corazón caritativo y bondadoso con todos. Ayúdame a vencer mis
obstáculos y mi falta de voluntad para poder cumplir con este propósito.
«¡Nunca te conformes con la mediocridad, para que siempre vivas en la íntima
amistad de Jesús! ¡Aleja de ti la insensatez de los hombres inmaduros, cobardes y
ruines! Tu amor de correspondencia en el tiempo y en la eternidad no debe tener
fronteras ni límite alguno. »
( Cristo al centro , n. 1258).