Comentario al evangelio del Martes 18 de Enero del 2011
Querido amigo/a:
Otra vez un conflicto relacionado con la práctica del amor que se ha puesto detrás de la ley. La
mayoría de nuestros países presumen de ser democráticos; si algo caracteriza a la democracia es “el
imperio de la ley”, a través del cual se articula un estado de derecho. Ya sabemos que la democracia
tiene sus lagunas, aunque es mejor que otros sistemas políticos bastante deplorables y abusivos. A
donde quiero ir a parar es que también nosotros hemos puesto demasiadas esperanzas en la ley. Cierto
que la necesitamos para ordenar nuestra convivencia y para articular nuestra vida de fe. Pero Jesús no
se cansa de advertirnos que tengamos cuidado de no contentarnos con su cumplimiento.
Un tentación fuerte es conformarnos con lo que “tenemos que hacer”, con lo “políticamente correcto”,
y no ir más allá, no dar pasos, no arriesgar, no ser más pasionales y embriagarnos más. La ley nos
orienta, pero también puede adormecernos y hacernos tibios. Revísate en poco con la Palabra de hoy:
¿eres de los que cumplen o de los que van más allá? ¿Te conformas con realizar tus obligaciones o
tienes capacidad de salir más hacia afuera, al encuentro del otro? ¿Eres tibio o caliente? Porque el
Evangelio nunca nos llama a estar quietos, sino a buscar siempre el rastro de la Vida en todos los
acontecimientos y momentos de nuestra jornada. Para el cristiano a ley es un instrumento para amar
más y mejor, no un fin en sí misma. Haz un breve repaso y pide al Señor luz para detectar aquellas
normas y leyes que te atan desde hace tiempo y no te hacen más libre ni mejor cristiano/a, y pídele que
te libere de ellas.
Día 3º. Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.
Oración : Dios de luz, te damos gracias por revelar tu verdad en Jesucristo, tu Palabra de Vida, que
recibimos a través de la enseñanza de los apóstoles, transmitida en primer lugar en Jerusalén. Que tu
Espíritu Santo siga santificándonos en la verdad de tu Hijo, para que por nuestra unidad en él
crezcamos en la asiduidad a tu Palabra y sirvamos juntos tu Reino en la humildad y en el amor. Te lo
pedimos en nombre de Jesucristo. Amén.
Vuestro hermano en la fe:
Juan Lozano, cmf.
Juan Lozano Belmonte, cmf