Martes 18 de Enero de 2011
Martes 2ª semana de tiempo ordinario
Hebreos 6,10-20
Hermanos: Dios no es injusto para olvidarse de vuestro trabajo y del amor que le
habéis demostrado sirviendo a los santos ahora igual que antes. Deseamos que
cada uno de vosotros demuestre el mismo empe o hasta el final, para que se
cumpla vuestra esperanza, y no seáis indolentes, sino imitad a los que, con fe y
perseverancia, consiguen lo prometido.
Cuando Dios hizo la promesa a Abrahán, no teniendo a nadie mayor por quien
jurar, juró por sí mismo, diciendo: "Te llenaré de bendiciones y te multiplicaré
abundantemente." Abrahán, perseverando, alcanzó lo prometido. Los hombres
juran por alguien que sea mayor y, con la garantía del juramento, queda zanjada
toda discusión. De la misma manera, queriendo Dios demostrar a los beneficiarios
de la promesa la inmutabilidad de su designio, se comprometió con juramento, para
que por dos cosas inmutables, en las que es imposible que Dios mienta, cobremos
ánimos y fuerza los que buscamos refugio en él, asiéndonos a la esperanza que se
nos ha ofrecido. La cual es para nosotros como ancla del alma, segura y firme, que
penetra más allá de la cortina, donde entró por nosotros, como precursor, Jesús,
sumo sacerdote para siempre, según el rito de Melquisedec.
Salmo responsorial: 110
R/El Se or recuerda siempre su alianza.
Doy gracias al Se or de todo corazón, / en compa ía de los rectos, en la asamblea. /
Grandes son las obras del Se or, / dignas de estudio para los que las aman. R.
Ha hecho maravillas memorables, / el Se or es piadoso y clemente. / Él da alimento
a sus fieles, / recordando siempre su alianza. R.
Envió la redención a su pueblo, / ratificó para siempre su alianza, / su nombre es
sagrado y temible. / La alabanza del Se or dura por siempre. R.
Marcos 2,23-28
Un sábado, atravesaba el Se or un sembrado; mientras andaban, los discípulos iban
arrancando espigas. Los fariseos le dijeron: "Oye, ¿por qué hacen en sábado lo que
no está permitido?" Él les respondió: "¿No habéis leído nunca lo que hizo David,
cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre? Entró en la casa de Dios,
en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes presentados, que sólo
pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus compa eros." Y a adió: "El
sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del
hombre es se or también del sábado."
COMENTARIOS
Como veíamos ayer, el elemento fundamental que relaciona al ser humano
con Dios es la práctica del amor ; es decir, que la vida del hombre y la mujer está
más allá de una prescripción religiosa o social, y que no es el cumplimiento al pie
de la letra de una ley el que salva realmente al ser humano, sino el amor y la
misericordia para con los demás.
En este contexto podemos comprender la confrontación de Jesús con los
fariseos causada por arrancar espigas en el camino en día sábado. El sábado era el
día de descanso, en el que se debía alabar a Dios y dar reposo a los trabajadores,
era una fiesta religiosa con un profundo sentido social, que los fariseos
distorsionaron, convirtiéndola en una pesada carga. Jesús defiende su actitud libre
frente a la ley acudiendo a la Escritura, colocando como criterio de discernimiento la
realidad del ser humano: el sábado es para el hombre, la ley está al servicio del
hombre y tiene como fin orientar pedagógicamente al ser humano por el camino del
bien y la justicia. Es importante comprender que el criterio moral cristiano es
Juan Alarcón s.j.