SEXTA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo A
VIERNES
a.- Gn. 11, 1-9: Voy a bajar y confundir su lengua.
b.- Mc. 8, 34-39: El que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará.
Este evangelio dice que Jesús: “comenz a ensearles” (v. 31). Desde ahora Jesús
no se dirige a las multitudes, sino a los discípulos, ahora comienza su magisterio.
Todo comienza con el primer anuncio de la Pasión, desde ahora Jesús se
autodenomina Hijo del Hombre, aunque ya lo había mencionado (cfr. Mc. 2, 20; 2,
28). A este Hijo del Hombre le espera padecer, ser reprobado por las autoridades
religiosas y políticas, sufrir la humillación moral y física, pero después de tres días
resucitará. Jesús, asume su destino como Mesías, ya que hablaba de ello
abiertamente, ya no en parábolas. Jesús se da cuenta que los discípulos, lo mismo
la muchedumbre, no tienen una idea clara de su seguimiento, por eso les explica a
ambos grupos esta realidad. El seguimiento consiste en: “venir en pos de mí” (v.
34). Lo primero es negarse a sí mismo, es decir, asumir los criterios del evangelio,
llevar a la práctica las palabras y actitudes de Jesús. Se trata de no usar criterios
mundanos o como piensan los hombres, no hacer del yo el centro de la persona,
sino Jesucristo. Segundo, llevar la cruz y seguirle, significa asumir el dolor de la
vida diaria, pero con Jesús, llevar la obediencia a la fe hasta el final. Salvar la vida,
se refiere a lo que realmente somos, si no hay renuncia a uno mismo, todo se
limita, no se abre a los demás, todo queda en lo subjetivo y temporal; quien la
pierde, en cambio, quien se abre al prójimo y al evangelio, queda abierto a Dios
porque ama de verdad. Avergonzarse de Jesús, significa que no ÉL es un proyecto
importante en la vida. En el día del juicio, Jesús no verá en ellos su imagen, causa
de su vergüenza en un momento definitivo respecto de la salvación eterna. El que
muere y resucita, finalmente, se convierte en juez de vivos y muertos, centro de la
historia. Marcos relaciona la vida del hombre con el Hijo del Hombre y a su juicio
final. El seguimiento de Cristo, es en la mentalidad del evangelista, como el único
proyecto que hace al hombre. El seguimiento forma al discípulo, la sociedad, la
familia, la comunidad eclesial, y desee la resurrección de Jesús, la presencia del
Reino se hace una realidad en constante crecimiento en nosotros.
Teresa de Jesús, acoge la vocación y la vive pero con una gran dosis de esfuerzo
personal. Renunció como mujer a ser madre y esposa en un proyecto de
matrimonio y familia para seguir a Jesús hasta el Carmelo. “En tomando el hábito,
luego me dio el Señor a entender cómo favorece a los que se hacen fuerza por
servirle, la cual nadie no entendía de mí, sino grandísima voluntad. A la hora me
dio un tan gran contento de tener aquel estado, que nunca jamás me faltó hasta
hoy; y mudó Dios la sequedad que tenía mi alma en grandísima ternura. Dábanme
deleite todas las cosas de la religión, y es verdad que andaba algunas veces
barriendo en horas que yo solía ocupar en mi regalo y gala; y acordándoseme que
estaba libre de aquello, me daba un nuevo gozo, que yo me espantaba y no podía
entender por dnde venía.” (V 4,2).
Padre Julio Gonzalez Carretti OCD