En tu nombre Señor…
Sábado 29 de Enero de 2011
San Valero
Hebreos 11,1-2.8-10 Esperaba la ciudad cuyo arquitecto y constructor iba a ser Dios
Al Salmo Lucas 1: Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su
pueblo.
Marcos 4,35-41 ¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le
obedecen! Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: Vamos a la otra orilla.
Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo
acompañaban. Se levantó un fuerte huracán, y las olas rompían contra la barca
hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un almohadón. Lo
despertaron, diciéndole: Maestro, ¿no te importa que nos hundamos? Se puso en
pie, increpó al viento y dijo al lago: ¡Silencio, cállate!" El viento cesó y vino una
gran calma. Él les dijo: ¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe? Se
quedaron espantados y se decían unos a otros: ¿Pero quién es éste? ¡Hasta el
viento y las aguas le obedecen!"
Jesús duerme y mientras lo hace andamos como barquitas perdidas
en la fuerza de las olas, sin mucha esperanza de poder llegar al puerto.
Apareciendo la desesperación. Pero aunque duerma está presente. Aunque
veamos que no nos oye, que no nos hace caso, Dios está ahí. En este
evangelio se observa como Jesús comienza a revelar el misterio del Reino
presente en el poder que Jesús ejerce a favor de los discípulos, a favor de la
gente y, sobretodo, a favor de los excluidos y marginados.
Vencer el mar es saber que Dios tiene poder sobre el caos y al hacerlo
tiene poder sobre la vida. El temor no tiene porque detenernos. Por eso les
dice a los discípulos: “Vamos para el otro lado” Capacidad de hacernos
mover. No quedarse con los brazos cruzados.
Maestro, ¿no te importa que nos hundamos? Hay viento fuerte, mar
agitado, ¡barca llena de agua! Eran pescadores- ¿Por qué tanto miedo?
Jesús sigue dormido. Nada de cansancio. Nada de olvidarse de sus amigos.
Es confianza en Dios. Por eso les dice: ¿Aún no tienen fe? Despierto les
reclama y les invita a la confianza, a dejar el miedo.
¿Pero quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen! Se hace
necesario que conozcamos a Jesús. “Conócelo y ámalo” máxima en
nuestras comunidades dentro del plan de Pastoral para conocer siempre y
mejor el significado de Jesús para nuestra vida.
“En los momentos de angustia y de «pesadilla mortal», la oración,
acompañada por el compromiso de hacer la voluntad de Dios,
devuelve el auténtico gusto por la vida”
(Juan Pablo II)
Padre Marcelo.