Martes 08 de Febrero de 2011
Martes 5ª semana de tiempo ordinario 2011
Génesis 1,20-2,4a
Y dijo Dios: "Pululen las aguas un pulular de vivientes, y pájaros vuelen
sobre la tierra frente a la bóveda del cielo." Y creó Dios los cetáceos y los vivientes
que se deslizan y que el agua hizo pulular según sus especies, y las aves aladas
según sus especies. Y vio Dios que era bueno. Y Dios los bendijo, diciendo: "Creced,
multiplicaos, llenad las aguas del mar; que las aves se multipliquen en la tierra."
Pasó una tarde, pasó una mañana: el día quinto. Y dijo Dios: "Produzca la tierra
vivientes según sus especies: animales domésticos, reptiles y fieras según sus
especies." Y así fue. E hizo Dios las fieras según sus especies, los animales
domésticos según sus especies y los reptiles según sus especies. Y vio Dios que era
bueno.
Y dijo Dios: "Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine
los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, los reptiles de la
tierra." Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y
mujer los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: "Creced, multiplicaos, llenad la tierra y
sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo, los vivientes que se
mueven sobre la tierra." Y dijo Dios: "Mirad, os entrego todas las hierbas que
engendran semilla sobre la faz de la tierra; y todos los árboles frutales que
engendran semilla os servirán de alimento; y a todas las fieras de la tierra, a todas
las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra, a todo ser que respira, la hierba
verde les servirá de alimento." Y así fue. Y vio Dios todo lo que habla hecho; y era
muy bueno. Pasó una tarde, pasó una mañana: el día sexto.
Y quedaron concluidos el cielo, la tierra y sus ejércitos. Y concluyó Dios para
el día séptimo todo el trabajo que habla hecho; y descansó el día séptimo de todo
el trabajo que había hecho. Y bendijo Dios el día séptimo y lo consagró, porque en
él descansó de todo el trabajo que Dios habla hecho cuando creó. Ésta es la historia
de la creación del cielo y de la tierra.
Salmo responsorial: 8
R/Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, / la luna y las estrellas que
has creado, / ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él, / el ser humano, para
darle poder? R.
Lo hiciste poco inferior a los ángeles, / lo coronaste de gloria y dignidad, / le
diste el mando sobre las obras de tus manos, / todo lo sometiste bajo sus pies. R.
Rebaños de ovejas y toros, / y hasta las bestias del campo, / las aves del
cielo, los peces del mar, / que trazan sendas por el mar. R.
Marcos 7,1-13
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas
de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con las manos impuras, es
decir, sin lavarse las manos. (Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin
lavarse antes las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus
mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras
muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.)
Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: "¿Por qué comen
tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?" Él les
contestó: "Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: "Este
pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me
dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos." Dejáis a
un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres."
Y añadió: "Anuláis el mandamiento de Dios por mantener vuestra tradición.
Moisés dijo: "Honra a tu padre y a tu madre" y "el que maldiga a su padre o a su
madre tiene pena de muerte"; en cambio, vosotros decís: Si uno le dice a su padre
o a su madre: "Los bienes con que podría ayudarte los ofrezco al templo", ya no le
permitís hacer nada por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios
con esa tradición que os trasmitís; y como éstas hacéis muchas."
COMENTARIOS
Marcos detalla que este absurdo legalismo excluye y somete al pueblo de
Dios, especialmente a los enfermos, los niños, las mujeres y los paganos. Las
normas que los fariseos practican son meramente humanas y no superan el
verdadero espíritu del mandamiento de Dios, que se fundamenta en
la misericordia y la justicia para con el prójimo. Las prácticas religiosas y
sociales de las autoridades judías están lejos del corazón compasivo de
Dios, pues en ellas existe un “divorcio” entre la fe y la vida, entre el culto y la
práctica de la justicia, convirtiéndose así en vacías e inútiles.
Es importante no perder el horizonte del ser cristiano, que consiste
fundamentalmente en promover la solidaridad, la misericordia y la justicia con
el hermano, en comprender que la vida del ser humano es lo más valioso y
sagrado.
JUAN ALARCÓN, S.J.
(Extracto de SERVICIOS KOINONÍA)