Jesús nos cura en los sacramentos.
07/02/2011
Evangelio
Del santo Evangelio según san Marcos 6, 53-56
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos terminaron la travesía del lago y tocaron
tierra en Genesaret.
Apenas bajaron de la barca la gente los reconoció y de toda aquella región acudían
a él, a cualquier parte donde sabían que se encontraba, y le llevaban en camillas a
los enfermos.
A dondequiera que llegaba, en los poblados, ciudades o caseríos, la gente le ponía a
sus enfermos en la calle y le rogaba que por lo menos los dejara tocar la punta de
su manto; y cuantos lo tocaban, quedaban curados.
Oración introductoria
Señor, confío en Ti y te amo con todo el corazón. Hoy acudo a Ti porque quiero
conocerte más para poder crecer en el amor y la justicia.
Petición
Padre y Señor mío, quiero que Tú seas «todo» en mi vida. Cúrame de todo lo que
me aparte de Ti, para que seas mi único Dios y Señor.
Meditación
El Seor nos () toma de la mano en los sacramentos, nos cura de la fiebre de
nuestras pasiones y de nuestros pecados mediante la absolución en el sacramento
de la Reconciliación. Nos da la capacidad de levantarnos, de estar de pie delante de
Dios y delante de los hombres. () El Seor se encuentra con nosotros, nos toma
de la mano, nos levanta y nos cura siempre de nuevo con el don de su palabra, con
el don de sí mismo. (Benedicto XVI, 5 de febrero de 2006).
El Señor Jesús nos lava de nuestros pecados, nos cura de nuestras culpas y nos
fortalece para no sucumbir en la lucha contra el pecado y en el testimonio de su
amor. () Que esta experiencia se renueve hoy para vosotros: en este momento
mirad la cruz y acoged el amor de Dios, que se nos da en la cruz, por el Espíritu
Santo, pues brota del costado traspasado del Señor. Como dijo el Papa Juan Pablo
II, ‘transformaos también vosotros en redentores de los jvenes del mundo
(Benedicto XVI, 13 de marzo de 2008).
Reflexión apostólica
«El Movimiento, de acuerdo con la enseñanza de la Iglesia, recomienda vivamente
a sus miembros la confesión frecuente. Ella acrecienta el conocimiento propio, hace
crecer la humildad cristiana, ayuda a desarraigar las malas costumbres, aumenta la
delicadeza de conciencia, fortalece la voluntad, y conduce al alma hacia un
constante esfuerzo por perfeccionar en sí misma la gracia del Bautismo y hacia una
identificación más íntima con Cristo. Ayuda también a afianzar la experiencia de la
propia impotencia y a confiar más plenamente en la gracia de Dios nuestro Señor»
(Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 257).
Propósito
Preparar mi confesión siguiendo los pasos que menciona el Catecismo de la Iglesia
Católica a partir del n.1450
Diálogo con Cristo
Gracias Señor por quedarte en el santísimo sacramento de la Eucaristía y
permitirme el poder purificar y rectificar mis intenciones y acciones en el
sacramento de la reconciliación. Tantos bienes a los que día a día puedo acceder
para poder ser curado de todo lo que me aleja de Ti. ¿Cómo puedo corresponderte
y agradecerte? Tu amor es pleno y eterno, hoy te entrego mi amor para que Tú lo
perfecciones.
«Acrisola tu amor en la fragua de la oración, de la recepción fervorosa de
la Eucaristía, del encuentro íntimo con Cristo en la confesión »
( Cristo al centro, n. 838)
Fuente: Regnum Christi. Legionarios de Cristo