Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Impar,
Semana No. 6, Jueves
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Pondré mi arco en el cielo, como señal de mi pacto con la
tierra * Tú eres el Mesías. El Hijo del hombre tiene que padecer mucho
Textos para este día:
Génesis 9,1-13:
Dios bendijo a Noé y a sus hijos, diciéndoles: "Creced, multiplicaos y llenad la
tierra. Todos los animales de la tierra os temerán y respetarán; aves del cielo,
reptiles del suelo, peces del mar, están en vuestro poder. Todo lo que vive y se
mueve os servirá de alimento; os lo entrego, lo mismo que los vegetales. Pero no
comáis carne con sangre, que es su vida. Pediré cuentas de vuestra sangre y vida,
y se las pediré a cualquier animal; y al hombre le pediré cuentas de la vida de su
hermano. Si uno derrama la sangre de un hombre, otro derramará la suya, porque
Dios hizo al hombre a su imagen. Vosotros creced y multiplicaos, moveos por la
tierra y dominadla."
Dios dijo a Noé y a sus hijos: "Yo hago un pacto con vosotros y con vuestros
descendientes, con todos los animales que os acompañaron: aves, ganado y fieras;
con todos los que salieron del arca y ahora viven en la tierra. Hago un pacto con
vosotros: el diluvio no volverá a destruir la vida, ni habrá otro diluvio que devaste
la tierra." Y Dios añadió: "Ésta es la señal del pacto que hago con vosotros y con
todo lo que vive con vosotros, para todas las edades: pondré mi arco en el cielo,
como señal de mi pacto con la tierra."
Marcos 8,27-33:
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de
Filipo; por el camino, preguntó a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que soy yo?"
Ellos le contestaron: "Unos, Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los
profetas." Él les preguntó: "Y vosotros, ¿quién decís que soy?" Pedro le contestó:
"Tú eres el Mesías." Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie.
Y empezó a instruirlos: "El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser
condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar
a los tres días." Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte
y se puso a increparlo. Jesús se volvió y, de cara a los discípulos, increpó a Pedro:
"¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!"
Homilía
Temas de las lecturas: Pondré mi arco en el cielo, como señal de mi pacto con la
tierra * Tú eres el Mesías. El Hijo del hombre tiene que padecer mucho
1. Creced y multiplicaos
1.1 Pasada la tormenta llega la calma; superada la tensión llega la paz. Dios
establece nueva alianza con el hombre y con toda la creación. Las palabras de esta
alianza repiten la voluntad original: "creced y multiplicaos" (Gén 9,1; cf. 1,22.28).
1.2 La sobreabundancia del acto creador se hace visible a todas las generaciones a
través de la fecundidad de las especies. Es la generosidad divina la que
contemplamos en la increíble variedad de plantas y animales, y en su prodigiosa
reproducción. Por ello las fuerzas de la muerte siempre empiezan por atacar a la
reproducción y pretenden limitar los nacimientos. Un mundo de pocos es un mundo
en poder de muchos menos. Un mundo abundante, exuberante, inagotable es
sencillamente el mundo que sólo Dios conoce y sólo Dios gobierna.
1.3 "Creced": hermoso mandato. "Crece" significa: alcanza tu plenitud, llena tu
medida, no descuides tu meta, no entregues tu lugar ni desfallezcas en el camino.
Hay una estatura que te espera, hay una tarea que sólo tú puedes hacer, hay una
misión para la que fuiste creado; descúbrela y realízala. "Crece" quiere decir:
"realízate", es decir, alcanza la medida de realidad de tu propio ser, levántate hasta
abrazar a tu Creador y Padre.
2. El Rostro del Mesías
2.1 Pedro respondió acertadamente: "Tú eres el Mesías". Pero ni él ni sus
compañeros sabían cabalmente qué quería decir eso de ser el Mesías; por ello Jesús
se esfuerza en enseñarles "con toda claridad" de qué se trata su mesianismo (Mc
8,32).
2.2 Esa claridad sobre el camino del dolor como vía de redención ofusca los ojos de
Pedro el entusiasta, quien, como si se tratara de un acto de caridad, reprende a
Jesús a solas. Jesús corrige en público a Pedro seguramente porque entendía que,
aunque Pedro hubiera tomado la iniciativa, sus ideas no eran sólo suyas sino que
las compartían un poco todos.
2.3 Pedro tuvo aquí pensamientos "como los hombres". Es propio del ser humano
huir del dolor y sin embargo buscar la salvación. Por ello necesitábamos un
Redentor que entendiera que necesitamos la salvación aunque somos cobardes
ante el sufrimiento. Y este es Jesucristo, hombre como nosotros, pero con el
pensamiento de Dios.
2.4 Aunque es posible que lo que más les hubiera fastidiado no hubiera sido lo del
dolor sino lo del rechazo. Es condición del Mesías ser rechazado, y esto implica la
amargura de quedarse sin ese sustento que todos buscamos en la propia familia,
los amigos o los paisanos. Es como si Jesús hubiera enseñado: "el Mesías no tendrá
apoyo de nadie", y esto, si bien lo pensamos, es razonable: el salvador de los
hombres no podía esperar de los mismos hombres su amparo. El Mesías debía
tener como solo apoyo a Dios.