VI Semana de Cuaresma, Ciclo A
Lunes
“Os enviaré el Espíritu”
I. Contemplamos la Palabra
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 16,11-15
En aquellos días, zarpamos de Troas rumbo a Samotracia; al día siguiente
salimos para Neápolis y de allí para Filipos, colonia romana, capital del distrito
de Macedonia. Allí nos detuvimos unos días. El sábado salimos de la ciudad y
fuimos por la orilla del río a un sitio donde pensábamos que se reunían para
orar; nos sentamos y trabamos conversación con las mujeres que habían
acudido. Una de ellas, que se llamaba Lidia, natural de Tiatira, vendedora de
púrpura, que adoraba al verdadero Dios, estaba escuchando; y el Señor le abrió
el corazón para que aceptara lo que decía Pablo. Se bautizó con toda su familia y
nos invitó: - «Si estáis convencidos de que creo en el Señor, venid a hospedaros
en mi casa.» Y nos obligó a aceptar.
Sal 149, 1-2. 3-4. 5-6a y 9b R. El Señor ama a su pueblo.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey. R.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas,
con vítores a Dios en la boca;
es un honor para todos sus fieles. R.
Lectura del santo evangelio según san Juan 15,26-16,4a
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Cuando venga el Defensor, que
os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él
dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el
principio estáis conmigo. Os he hablado de esto, para que no tambaleéis. Os
excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que
os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han
conocido ni al Padre ni a mí. Os he hablado de esto para que, cuando llegue la
hora, os acordéis de que yo os lo había dicho.»
II. Oramos con la Palabra
JESUCRISTO: de nuevo, un doble anuncio. Por una parte, las incomprensiones y
persecución del mundo. Por otra, la asistencia del Espíritu Defensor. Hoy te pido
por los que no te conocen. Que mi testimonio les ayude a preguntarse quién es
mi Señor y mi Dios.
Esta oración está incluida en el libro: Evangelio 2011 de
EDIBESA.
III. Compartimos la Palabra
“El Seor le abri el corazn…”
“El Seor le abri el corazn para que aceptara lo que decía Pablo”. En toda
persona que acepte a Cristo y su mensaje se produce la misma situación. Una
parte le toca a Dios: llamar a nuestro corazón, incluso abrir las puertas de
nuestro corazn y hacerle llegar su mensaje, por Pablo, Antonio, Teresa… Otra
parte le toca a la persona alcanzada por Dios: responder afirmativamente o no a
su propuesta. Lidia y toda su familia se dejaron convencer por el Señor para
aceptar su mensaje presentado por Pablo. Ya sabemos lo que nos toca…
“Os enviaré el Espíritu”
Jesús, ya antes de morir, comenzó a hablar a sus discípulos abiertamente del
Espíritu. Textos que aparecen en la lectura de los evangelios de los días que
preceden a la Ascensión y a Pentecostés. Les hace promesas alentadoras. El
Espíritu “dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio”. En el
encargo de Jesús de predicar el evangelio por todo el mundo, les va a
acompañar siempre su Espíritu, el Espíritu Santo, de él recibirán la fuerza
necesaria par cumplir su misión.
Una misión, que desde los comienzos del cristianismo, en algunos momentos va
a ser muy dura, hasta llegará “una hora cuando el que os dé muerte, pensará
que da culto a Dios”. Y explica el por qué hacen esto: “porque no han conocido
ni al Padre ni a mí”. Quien descubre quién es nuestro Padre Dios y quién es
Jesús… no puede ir en contra de ellos y de sus mensajeros. Recordemos las
palabras de Jesús a la samaritana: “Si conocieras el don de Dios…”.
Fray Manuel Santos Sánchez
La Virgen del Camino
Con permiso de dominicos.org