Dios es todo amor y sólo amor.
30/05/2011
Evangelio
Del santo Evangelio según san Juan 15, 26–16, 4
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Cuando venga el Consolador, que Yo
les enviaré a ustedes de parte del Padre, el Espíritu de verdad que procede del
Padre, Él dará testimonio de mí y ustedes también darán testimonio, pues desde el
principio han estado conmigo.
Les he hablado de estas cosas para que su fe no tropiece. Los expulsarán de las
sinagogas y hasta llegará un tiempo, cuando el que les dé muerte creerá dar culto a
Dios. Esto lo harán, porque no nos han conocido ni al Padre ni a mí. Les he hablado
de estas cosas para que, cuando llegue la hora de su cumplimiento, recuerden que
ya se lo había predicho Yo». Palabra del Señor.
Oración introductoria
¡Ven Espíritu Santo!, lléname del fuego de tu amor para que pueda alcanzar la
madurez espiritual que me lleve a ser un auténtico testigo de tu amor.
Petición
Santísima Trinidad, ayúdame a creer en Ti por los que no creen, a amarte por los
que no te aman, y a confiar en Ti por los que no esperan en tu Palabra.
Meditación
«Hoy contemplamos la Santísima Trinidad, tal y como nos la ha hecho conocer
Jesús. Él nos reveló que Dios es amor „no en la unidad de una sola persona, sino en
la Trinidad de una sola sustancia‟ (Prefacio de la misa de la Santísima Trinidad): es
Creador y Padre misericordioso; es Hijo unigénito, eterna Sabiduría encarnada,
muerto y resucitado por nosotros; por último, es Espíritu Santo que todo lo mueve,
el cosmos y la historia, hacia la plena recapitulación final. Tres personas que son un
solo Dios, pues el Padre es amor, el Hijo es amor, el Espíritu es amor. Dios es todo
amor y sólo amor, amor purísimo, infinito y eterno. No vive en una espléndida
soledad, sino que más bien es fuente inagotable de vida que incesantemente se
entrega y comunica. () La prueba más fuerte de que estamos hechos a imagen de
la Trinidad es ésta: sólo el amor nos hace felices, () y vivimos para amar y para
ser amados. Utilizando una analogía sugerida por la biología, diríamos que el ser
humano lleva en el propio „genoma‟ la huella profunda de la Trinidad» (Benedicto
XVI, 7 de junio de 2009).
Reflexión apostólica
«Cada día ha de alentar en el miembro del Regnum Christi el espíritu de esta
oración: “Espíritu Santo, inspírame lo que debo pensar, lo que debo decir, lo que
debo callar, lo que debo escribir, lo que debo hacer, cómo debo obrar para procurar
el bien de los hombres, el cumplimiento de la misión y el triunfo del Reino de
Cristo” (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 108).
Propósito
Ser caritativo en mi trato con los demás para ser imagen del amor de la Trinidad.
Diálogo con Cristo
Gracias Señor por darme la posibilidad de poder aprender a amarte de manera
personal aunque no pueda comprender el misterio de la trinidad. Concédeme darte
siempre todo el amor y la gloria que te mereces, en el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo, ¡amén!
«Dios tiene el camino trazado y el Espíritu Santo es el Artífice de nuestra
santificación, no tenemos más que dejarnos llevar»
( Cristo al centro , n. 2001).