Martes 31 de Mayo de 2011
Visitación de la Virgen María 2011
Sofonías 3,14-18
Regocíjate, hija de Sión; grita de júbilo, Israel; alégrate y gózate de todo
corazón, Jerusalén. El Señor ha cancelado tu condena, ha expulsado a tus
enemigos. El Señor será el rey de Israel, en medio de ti, y ya no temerás. Aquel día
dirán a Jerusalén: "No temas, Sión, no desfallezcan tus manos. El Señor, tu Dios,
en medio de ti, es un guerrero que salva. Él se goza y se complace en ti, te ama y
se alegra con júbilo como en día de fiesta." Apartaré de ti la amenaza, el oprobio
que pesa sobre ti.
Interleccional: Isaías 12,2-6
Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel.
El Señor es mi Dios y salvador: / confiaré y no temeré, / porque mi fuerza y
mi poder es el Señor, / él fue mi salvación. / Y sacaréis aguas con gozo / de las
fuentes de la salvación. R.
Dad gracias al Señor, / invocad su nombre, / contad a los pueblos sus
hazañas, / proclamad que su nombre es excelso. R.
Tañed para el Señor, que hizo proezas, / anunciadlas a toda la tierra; / gritad
jubilosos, habitantes de Sión: / "Qué grande es en medio de ti / el Santo de Israel."
R.
Lucas 1,39-56
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un
pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó
el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo
y dijo a voz en grito: "¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu
vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu
saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que
has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá."
María dijo: "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en
Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me
felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por
mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en
generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los
colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en
favor de Abrahán y su descendencia por siempre."
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.
COMENTARIOS
Lucas pone en labios de María lo que todo creyente, de corazón sencillo,
debe, no solamente proclamar con sus labios, sino realizar también a través de su
esfuerzo y su lucha de cada día; es una invitación a no continuar “tragándose” el
cuento de que una sociedad tan injusta como la de María -y como la nuestra- sea el
reflejo de algún designio o querer de Dios; y lo que es más revolucionario todavía,
el Magnificat revela una imagen de Dios absolutamente diferente a la imagen de
Dios que manejan los opresores. ¿Será, entonces, que hay un Dios para cada uno?
Evidentemente, no. Luego con la imagen de este Dios que se revela en los humildes
y sencillos hay que desmontar y desenmascarar a ese dios que se crean los
poderosos y que imponen a todo el pueblo, y al cual “aman”, porque continuamente
bendice sus intereses. Esa es la idea de los dioses falsos, de los ídolos, que los
profetas atacaron tan vehementemente. No se trata tanto de imágenes o figuras
físicas labradas en madera o piedra, cuanto de una idea, una concepción
distorsionada de Dios que se impone a la gente como verdadera y única.
Juan Alarcón, s.j.
(Extracto de servicios KOINONÍA)