Comentario al evangelio del Viernes 10 de Junio del 2011
Queridos amigos y amigas:
Cesarea es el “brazo largo” de Roma en la escuálida Palestina. Contemplando sus fastuosos
monumentos junto al mar Mediterráneo, uno puede pensar que está en la ciudad imperial. Pues bien, el
largo proceso contra Pablo (que es ciudadano romano y, por lo tanto, hace valer sus derechos) vive
aquí un episodio decisivo. Podríamos decir que Festo es a Pablo lo que Pilatos fue a Jesús: el
representante de un poder que “no sabe-no contesta” en materia religiosa, pero que acaba con la vida
de un inocente. Al final, a través de procedimientos tortuosos, Pablo dará su vida por un difunto
llamado Jesús, que sostiene que está vivo.
El capítulo 21 del evangelio de Juan es un añadido redaccional. La escena que se nos presenta hoy
podríamos titularla “Diálogo junto al mar” o “Cuando el amor se hace encargo”. Hay un montón de
precisiones técnicas sobre este diálogo entre el Resucitado y Pedro. Se suele poner el acento en el
significado de los verbos griegos utilizados, en el juego de corderos-ovejas, en el trasfondo de la triple
negación, en el recurso semítico a la repetición enfática, etc.
Quizá podríamos centrarnos en un solo aspecto: la pastoral del amor. Por si esta fórmula resulta
ambigua (y deliberadamente lo es), podríamos retraducirla así: el amor es el fundamento de toda
pastoral. Jesús no pregunta a Pedro si se ha repuesto ya de su crisis, si se ha sometido a una terapia
psicológica para recuperar la autoestima, si ha hecho un cursillo de liderazgo grupal, si sabe manejar
situaciones de conflicto, si domina las dinámicas de animación comunitaria. Lo confronta con el
fundamento de todo seguimiento y de todo cuidado pastoral: el amor a Jesús y a su comunidad,
la decisión de entregar la propia vida para que tengan vida.
¿Qué criterios usamos hoy para elegir a nuestros dirigentes? ¿Les preguntamos si de verdad
quieren a Jesús o nos fijamos, más bien, en sus cualidades humanas? ¿Qué significa hoy
“apacentar los corderos/ovejas”? ¿No quiere decir, por encima de todo, dar la vida por los hermanos,
no buscar el propio interés sino el de los más débiles?
El modelo de liderazgo que Jesús propone a Pedro desenmascara nuestros liderazgos de cartón piedra.
P. Fernando Gonzalez