Viernes 17 de Junio de 2011
Viernes 11ª semana de tiempo ordinario 2011
2Corintios 11,18.21b-30
Hermanos: Son tantos los que presumen de títulos humanos, que
también yo voy a presumir. Pues, si otros se dan importancia, hablo disparatando,
voy a dármela yo también. ¿Que son hebreos?, también yo; ¿que son linaje de
Israel?, también yo; ¿que son descendientes de Abrahán?, también yo; ¿que sirven
a Cristo?, voy a decir un disparate: mucho más yo.
Les gano en fatigas, les gano en cárceles, no digamos en palizas, y en
peligros de muerte, muchísimos; los judíos me han azotado cinco veces, con los
cuarenta golpes menos uno; tres veces he sido apaleado, una vez me han
apedreado, he tenido tres naufragios y pasé una noche y un día en el agua.
Cuántos viajes a pie, con peligros de ríos, con peligros de bandoleros, peligros entre
mi gente, peligros entre gentiles, peligros en la ciudad, peligros en despoblado,
peligros en el mar, peligros con los falsos hermanos. Muerto de cansancio, sin
dormir muchas noches, con hambre y sed, a menudo en ayunas, con frío y sin
ropa. Y, aparte de todo lo demás, la carga de cada día, la preocupación por todas
las Iglesias. ¿Quién enferma sin que yo enferme?; ¿quién cae sin que a mí me dé
fiebre? Si hay que presumir, presumiré de lo que muestra mi debilidad.
Salmo responsorial: 33
R/El Señor libra a los justos de sus angustias.
Bendigo al Señor en todo momento, / su alabanza está siempre en mi
boca; / mi alma se gloría en el Señor: / que los humildes lo escuchen y se alegren.
R.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor, / ensalcemos juntos su
nombre. / Yo consulté al Señor, y me respondió, / me libró de todas mis ansias. R.
Contempladlo, y quedaréis radiantes, / vuestro rostro no se avengonzará.
/ Si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha / y lo salva de sus angustias. R.
Mateo 6, 19-23
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "No atesoréis tesoros en la
tierra, donde la polilla y la carcoma los roen, donde los ladrones abren boquetes y
los roban. Atesorad tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que se los
coman, ni ladrones que abran boquetes y roben. Porque donde está tu tesoro, allí
está tu corazón.
La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero
tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. Y si la única
luz que tienes está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!"
COMENTARIOS
El hombre se define por los valores que estima y las seguridades que
busca; ellos orientan su vida y marcan su personalidad.
Juan Alarcón, s.j.
(Extracto de fundación ÉPSILON)