Martes 21 de Junio de 2011
Martes 12ª semana de tiempo ordinario 2011
Génesis 13,2.5-18
Abrán era muy rico en ganado, plata y oro. También Lot, que acompañaba a
Abrán, poseía ovejas, vacas y tiendas; de modo que ya no podían vivir juntos en el
país, porque sus posesiones eran inmensas y ya no cabían juntos. Por ello surgieron
disputas entre los pastores de Abrán y los de Lot. En aquel tiempo cananeos y
fereceos ocupaban el país. Abrán dijo a Lot: "No haya disputas entre nosotros dos,
ni entre nuestros pastores, pues somos hermanos. Tienes delante todo el país,
sepárate de mí; si vas a la izquierda, yo iré a la derecha; si vas a la derecha yo iré
a la izquierda." Lot echó una mirada y vio que toda la vega del Jordán, hasta la
entrada de Zear, era de regadío (esto era antes de que el Señor destruyera a
Sodoma y Gomorra); parecía un jardín del Señor, o como Egipto. Lot se escogió la
vega del Jordán y marchó hacia levante; y así se separaron los dos hermanos.
Abrán habitó en Canaán; Lot en las ciudades de la vega, plantando las tiendas
hasta Sodoma. Los habitantes de Sodoma eran malvados y pecaban gravemente
contra el Señor.
El Señor habló a Abrán después que Lot se había separado de él: "Desde tu
puesto dirige la mirada hacia el norte, mediodía, levante y poniente. Toda la tierra
que abarques te la daré a ti y a tus descendientes para siempre. Haré a tus
descendientes como el polvo; el que pueda contar el polvo podrá contar a tus
descendientes. Anda, pasea el país a lo largo y a lo ancho, pues te lo voy a dar."
Abrán alzó la tienda y fue a establecerse junto a la encina de Mambré, en Hebrón,
donde construyó un altar en honor del Señor.
Salmo responsorial: 14
R/Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?
El que procede honradamente / y practica la justicia, / el que tiene
intenciones leales / y no calumnia con su lengua. R.
El que no hace mal a su prójimo / ni difama al vecino, / el que considera
despreciable al impío / y honra a los que temen al Señor. R.
El que no presta dinero a usura / ni acepta soborno contra el inocente. / El
que así obra nunca fallará. R
Mateo 7,6.12-14
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "No deis lo santo a los perros, ni
les echéis vuestras perlas a los cerdos; las pisotearán y luego se volverán para
destrozaros. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste
la Ley y los profetas. Entrad por la puerta estrecha. Ancha es la puerta y espacioso
el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos. ¡Qué estrecha es la
puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos."
COMENTARIOS
La máxima de buena convivencia, también llamada : “Traten a los demás
como quieren que los demás les traten”, es una forma de manifestar que, si
decimos que nos amamos a nosotros mismos, también tenemos que expresar ese
amor a otras personas. Vivimos en un mundo donde la discriminación racial, social,
económica es tal que se aprecia o se menosprecia a la persona sólo por lo que
tiene, y no se la valora por lo que es en sí. Jesús nos invita a cambiar esa actitud.
El cristiano va más allá de las meras apariencias, va a la persona misma, con sus
virtudes y defectos. El ser humano es , es el ser más valioso sobre la faz de la
tierra, y como tal merece respeto, comprensión, dignidad. Aceptarle como me
acepto a mí mismo, amarle como me amo a mí mismo. A todos nos gusta que nos
traten bien, con respeto, que nos muestren que somos importantes. Nosotros
debemos hacer lo mismo con los demás. Jesús nos enseñó a tratar con aprecio a
las personas.
Juan Alarcón, s.j.
(Extracto de servicios KOINONÍA)