EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Jueves de la XIII Semana del Tiempo Ordinario
Libro de Génesis 22,1-19.
Después de estos acontecimientos, "Dios puso a prueba a Abraham "¡Abraham!", le
dijo. El respondió: "Aquí estoy".
Entonces Dios le siguió diciendo: "Toma a tu hijo único, el que tanto amas, a Isaac;
ve a la región de Moria, y ofrécelo en holocausto sobre la montaña que yo te
indicaré".
A la madrugada del día siguiente, Abraham ensilló su asno, tomó consigo a dos de
sus servidores y a su hijo Isaac, y después de cortar la leña para el holocausto, se
dirigió hacia el lugar que Dios le había indicado.
Al tercer día, alzando los ojos, divisó el lugar desde lejos,
y dijo a sus servidores: "Quédense aquí con el asno, mientras yo y el muchacho
seguimos adelante. Daremos culto a Dios, y después volveremos a reunirnos con
ustedes".
Abraham recogió la leña para el holocausto y la cargó sobre su hijo Isaac; él, por su
parte, tomó en sus manos el fuego y el cuchillo, y siguieron caminando los dos
juntos.
Isaac rompió el silencio y dijo a su padre Abraham: "¡Padre!". El respondió: "Sí,
hijo mío". "Tenemos el fuego y la leña, continuó Isaac, pero ¿dónde está el cordero
para el holocausto?".
"Dios proveerá el cordero para el holocausto", respondió Abraham. Y siguieron
caminando los dos juntos.
Cuando llegaron al lugar que Dios le había indicado, Abraham erigió un altar,
dispuso la leña, ató a su hijo Isaac, y lo puso sobre el altar encima de la leña.
Luego extendió su mano y tomó el cuchillo para inmolar a su hijo.
Pero el Angel del Señor lo llamó desde el cielo: "¡Abraham, Abraham!". "Aquí
estoy", respondió él.
Y el Angel le dijo: "No pongas tu mano sobre el muchacho ni le hagas ningún daño.
Ahora sé que temes a Dios, porque no me has negado ni siquiera a tu hijo único".
Al levantar la vista, Abraham vio un carnero que tenía los cuernos enredados en
una zarza. Entonces fue a tomar el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de
su hijo.
Abraham llamó a ese lugar: "El Señor proveerá", y de allí se origina el siguiente
dicho: "En la montaña del Señor se proveerá".
Luego el Angel del Señor llamó por segunda vez a Abraham desde el cielo,
y le dijo: "Juro por mí mismo - oráculo del Señor - : porque has obrado de esa
manera y no me has negado a tu hijo único,
yo te colmaré de bendiciones y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del
cielo y como la arena que está a la orilla del mar. Tus descendientes conquistarán
las ciudades de sus enemigos,
y por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, ya que has
obedecido mi voz".
Abraham regresó a donde estaban sus servidores. Todos juntos se fueron a
Berseba, y Abraham residió allí.
Evangelio según San Mateo 9,1-8.
Jesús subió a la barca, atravesó el lago y regresó a su ciudad.
Entonces le presentaron a un paralítico tendido en una camilla. Al ver la fe de esos
hombres, Jesús dijo al paralítico: "Ten confianza, hijo, tus pecados te son
perdonados".
Algunos escribas pensaron: "Este hombre blasfema".
Jesús, leyendo sus pensamientos, les dijo: "¿Por qué piensan mal?
¿Qué es más fácil decir: 'Tus pecados te son perdonados', o 'Levántate y camina'?
Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de
perdonar los pecados -dijo al paralítico- levántate, toma tu camilla y vete a tu
casa".
El se levantó y se fue a su casa.
Al ver esto, la multitud quedó atemorizada y glorificaba a Dios por haber dado
semejante poder a los hombres.
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :
San Agustín (354-430) obispo de Hipona, doctor de la Iglesia
Sermón 256, para la fiesta de Pascua
«Levántate y anda» (cf Mt 9,6)
«Si el Espíritu de Dios que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en
vosotros, el mismo que resucitó a Jesús de entre los muertos hará revivir vuestros
cuerpos mortales...» (Rm 8,11) Ahora es un cuerpo humano, natural; luego será un
cuerpo espiritual. «Adán, el primer hombre, fue creado como un ser con vida. El
nuevo Adán, en cambio, es espíritu que da vida.» (1Cor 15,45)Por esto «hará
revivir vuestros cuerpos mortales por medio de ese Espíritu suyo que habita en
vosotros.» (Rm 8,11)
¡Oh que aleluya tan glorioso cantaremos entonces, qué seguridad! Ya no más
adversarios, ya no más enemigos, ya no perderemos a ningún amigo. Aquí abajo
cantamos las alabanzas de Dios en medio de nuestras preocupaciones. En el cielo
las cantaremos con total paz y tranquilidad. Aquí las cantamos destinados a morir;
en el cielo en una vida sin fin. Aquí, en la esperanza, allá en la realidad. Aquí,
somos viajeros, allá estaremos en nuestra patria. Cantemos pues, ya desde ahora,
hermanos, no para saborear ya el reposo, sino para aligerar nuestras penas.
Cantemos como lo hacen los viajeros. Canta, pero no dejes de caminar; canta para
animarte en medio de las fatigas... ¡Canta y camina!
¿Qué quiere decir, camina? Ve adelante, haz progresos en el bien
obrar...Camina hacia el bien, avanza en la fe y en la pureza de las costumbres.
¡Canta y camina! ¡No te desvíes, no te eches atrás, no te quedes parado!
¡Volvámonos hacia el Señor!
“servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”