Sólo Jesús puede curar nuestra vida.
30/06/2011
Evangelio
Del santo Evangelio según san Mateo 9, 1-8
En aquel tiempo, Jesús subió de nuevo a la barca, pasó a la otra orilla del lago y
llegó a Cafarnaúm, su ciudad.
En esto, trajeron a donde Él estaba a un paralítico postrado en una camilla. Viendo
Jesús la fe de aquellos hombres, le dijo al paralítico: «Ten confianza, hijo. Se te
perdonan tus pecados».
Al oír esto, algunos escribas pensaron: «Este hombre está blasfemando». Pero
Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: «¿Por qué piensan mal en sus
corazones? ¿Qué es más fácil: decir “Se te perdonan tus pecados”, o decir
“Levántate y anda”? Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene poder en la
tierra para perdonar los pecados, –le dijo entonces al paralítico–: Levántate, toma
tu camilla y vete a tu casa».
Él se levantó y se fue a su casa. Al ver esto, la gente se llenó de temor y glorificó a
Dios, que había dado tanto poder a los hombres. Palabra del Señor.
Oración introductoria
Ven Espíritu Santo, ilumíname para no pedir bienes pasajeros. Tú conoces todo lo
que hay en mi corazón y sabes que mis preocupaciones están en los bienes
temporales, cuando lo único que debo buscar es poder llegar a contemplarte en la
oración, sin pedir nada más. Pongo este deseo en tus manos, Padre Bueno.
Petición
Jesús, dame la gracia de saber buscar los bienes que me lleven a crecer en el
amor.
Meditación
«El paralítico es imagen de todo ser humano al que el pecado impide moverse
libremente, caminar por la senda del bien, dar lo mejor de sí. En efecto, el mal,
anidando en el alma, ata al hombre con los lazos de la mentira, la ira, la envidia y
los demás pecados, y poco a poco lo paraliza. Por eso Jesús, suscitando el
escándalo de los escribas presentes, dice primero: "Tus pecados quedan
perdonados", y sólo después, para demostrar la autoridad que le confirió Dios de
perdonar los pecados, añade: "Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa", y lo
sana completamente. El mensaje es claro: el hombre, paralizado por el pecado,
necesita la misericordia de Dios, que Cristo vino a darle, para que, sanado en el
corazón, toda su existencia pueda renovarse.
También hoy la humanidad lleva en sí los signos del pecado, que le impide
progresar con agilidad en los valores de fraternidad, justicia y paz, a pesar de sus
propósitos hechos en solemnes declaraciones. ¿Por qué? ¿Qué es lo que entorpece
su camino? ¿Qué es lo que paraliza este desarrollo integral? Sabemos bien que, en
el plano histórico, las causas son múltiples y el problema es complejo. Pero la
palabra de Dios nos invita a tener una mirada de fe y a confiar, como las personas
que llevaron al paralítico, a quien sólo Jesús puede curar verdaderamente»
(Benedicto XVI, 19 de febrero 2006).
Reflexión apostólica
«La devoción al Sagrado Corazón de Jesús conlleva también el saber prestarse con
corazón magnánimo a ser propagadores del amor de Cristo a todos los hombres, de
palabra y de obra, buscando ser para los demás icono del rostro misericordioso de
Jesucristo» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 75).
Propósito
Buscar acercar a una persona a la fe en Cristo, ya sea por la oración o por el
apostolado.
Diálogo con Cristo
Sagrado Corazón de Jesús, hoy termina el mes dedicado a Ti, por eso te pido que
mi fe y mi amor a Ti no me dejen indiferente. Dame la sabiduría para salir de mí
mismo y buscar tu perdón. Dame la fuerza para llevar a muchas personas a
conocer y experimentar tu amor, porque nuestra cultura necesita de Ti, y yo debo
compartir con otros este gran don de mi fe.
«¿Quieres un consejo? Haz de Él tu amigo más íntimo, el compañero que nunca te
deja, el Padre que siempre sabe perdonar tus debilidades y que te alienta a seguir»
( Cristo al centro , n. 293).