Domingo XIV del Tiempo Ordinario Ciclo A
Julio 3 de 2011
Padre Emilio Betancur Múnera
LA FE ES UN DESCANSO
El descanso pertenece al trabajo como los párpados a los ojos. Muchos pertenecen
a la generación del trabajo pero sin descansar, puesto que piensan que descansar
es perder tiempo, incluso llegan a creer que la fatiga es un descanso. Se engañan
quienes para toda invitación al descanso lo evaden diciendo “no tengo tiempo”,
como si los que descansan estuvieran perdiendo tiempo.
No es la falta de tiempo el responsable de nuestra falta de descanso, es mejor decir
que la angustia, el estrés del trabajo, el materialismo y el consumismo, la avidez
del dinero y la dependencia de la televisión arruinan nuestro descanso y castigan
nuestro cuerpo. Pablo piensa que: “si el espíritu que resucito a Jesús de entre los
muertos habita en nosotros, el que vivificó de entre los muertos a Cristo Jesús
vivificará también vuestros cuerpos mortales (cansados) por el espíritu que habita
en vosotros. Si vivís según la carne, carreras, sustos, depresiones, activismo,
desenfreno, vais a la muerte, pero con el Espíritu dais muerto a los obras del
cuerpo, viviréis (descansareis)” (segunda lectura).
SERVIR ES UN DESCANSO
Seguimos a Jesús cuando tenemos sus mismos sentimientos. A sentir con y como
Jesús nos invita el evangelio “Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados
que yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mi que soy manso y humilde
de corazón, y encontrareis vuestro descanso, porque mi yugo es llevadero y mi
carga ligera” (Evangelio).
Jesús no se deja tentar con falsas humildades de apariencia mediática.
Servir por ser un camino humilde da descanso; descender y bajar es
paradójicamente encontrarse con la mansedumbre, hermana de la paz.
Con un corazón humilde como el de Jesús San Francisco de Asís descubrió que
hasta el agua era humilde para ser útil y precisa por ser casta.
El agua para subir es muy pesada y hace costosa la motobomba que la levanta pero
cuando desciende para servir al hombre se asemeja al don, sobre el que Pablo
preguntaba a los creyentes de Corinto: “¿qué tienes tú que no hayas recibido? ¿Y si
lo haz recibido porque te enalteces como si no lo hubieras recibido?” (1 Cor 4,7).
Alguien decía que el 75% del cuerpo humano es agua pero a pesar de eso más del
75% del corazón del hombre está invadido de orgullo.
SERVIR PARA SER IMPORTANTE
Es legítimo querer ser el primero. Jesús daba por descontada las ambiciones del
corazón humano cuando dice: “El que quiera ser primero…”. Lo que transforma el
Evangelio es la manera como el hombre suele ser primero, es descendiendo y
sirviendo para que otros crezcan. La solidaridad sustituye toda competencia
salvaje.
La fe es para descansar porque es fe en Jesús. Jesús es el verdadero sábado
(descanso) decía San Agustín. Para todos los que han sido llamados a seguir a
Jesús, el dice: “te doy gracias Padre, Señor del cielo y de la tierra porque has
escondido estas cosas a los sabios y entendido y los has revelado a la gente
sencilla. Si Padre, así te ha parecido mejor” (Evangelio).
Los sabios y entendidos eran llamados “importantes”. Por su inteligencia y poder
material miraban de manera despectiva a los pobres. Para Jesús es a los pobres a
quienes se les da el don de comprender la palabra de Dios y no a quienes
absolutizan cualquier razón para vivir. Esto no quiere decir que el inteligente sea
siempre orgulloso, ni el ignorante humilde, la palabra de Dios es la mejor fuente de
descanso frente a todas las formas de cansancio del hombre de hoy que terminan
siendo esclavitudes que hieren la dignidad humana.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 25-30
En aquel tiempo, exclamó Jesús: '
-«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas
a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Si, Padre, así te
ha parecido mejor.
Todo me lo, ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y
nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con
mi yugo y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón; y encontraréis
vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»
CLIP
Zacarías 9, 9-10
Salmo 144, 1-2. 8-9. 10-11. l3cd-14
Romanos 8, 9. 11-13
Mateo 11, 25-30