Instaurar el Reino de Dios, que es Amor
06/07/2011
Evangelio
Del santo Evangelio según san Mateo 10, 1-7
En aquel tiempo, llamando Jesús a sus doce discípulos, les dio poder para expulsar
a los espíritus impuros y curar toda clase de enfermedades y dolencias.
Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero de todos, Simón, llamado
Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y su hermano Juan, hijos del Zebedeo;
Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo;
Simón, el cananeo, y Judas Iscariote, que fue el traidor.
A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones: «No vayan a tierra de
paganos, ni entren en ciudades de samaritanos. Vayan más bien en busca de las
ovejas perdidas de la casa de Israel. Vayan y proclamen por el camino que ya se
acerca el Reino de los cielos». Palabra del Señor.
Oración introductoria
Señor Jesús, vence mis temores y mis miedos para que sepa seguir tus
instrucciones. Creo, espero y te amo sobre todas las cosas.
Petición
Padre mío, ayúdame a ser el discípulo y misionero que Tú esperas de mí.
Meditación
«Como hemos escuchado, a los Doce "les dio autoridad para expulsar espíritus
inmundos y curar toda enfermedad y dolencia" (Mt 10, 1). Los Doce deberán
cooperar con Jesús en la instauración del reino de Dios, es decir, en su señorío
benéfico, portador de vida, y de vida en abundancia, para la humanidad entera. En
definitiva, la Iglesia, como Cristo y juntamente con él, está llamada y ha sido
enviada a instaurar el Reino de vida y a destruir el dominio de la muerte, para que
triunfe en el mundo la vida de Dios, para que triunfe Dios, que es Amor.
Esta obra de Cristo siempre es silenciosa; no es espectacular. Precisamente en la
humildad de ser Iglesia, de vivir cada día el Evangelio, crece el gran árbol de la vida
verdadera. Con estos inicios humildes, el Señor nos anima para que, también en la
humildad de la Iglesia de hoy, en la pobreza de nuestra vida cristiana, podamos ver
su presencia y tener así la valentía de salir a su encuentro y de hacer presente en
esta tierra su amor, que es una fuerza de paz y de vida verdadera» (Benedicto XVI,
15 de junio de 2008).
Reflexión apostólica
«Todo cristiano está llamado a ser apóstol siempre, en cualquier lugar y
circunstancia. Por ello, ha de imprimir a cada instante y actividad un sello
eminentemente apostólico. Consciente de ello, el apostolado de todo miembro
del Regnum Christi empieza por la oración, el testimonio y la palabra» (Manual del
miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 377).
Propósito
Hacer una visita a Cristo Eucaristía, preferentemente con un miembro de mi familia.
Diálogo con Cristo
Son muchos los caminos que puedo seguir, muchos buenos pero sólo uno es mejor
y es el que hoy me invitas a seguir. ¡Gracias Señor por invitarme a participar en la
extensión de tu Reino! Confío en tu gracia para serte siempre fiel.
«No nos podemos llamar cristianos, mientras no nos preocupemos por vivir con
plenitud la vida, sacándole a cada día el máximo rendimiento en orden al triunfo del
Reino»
( Cristo al centro, n. 2150).