Comentario al evangelio del Viernes 22 de Julio del 2011
Queridos amigos y amigas:
La santa de hoy, Santa María Magdalena, goza de buena prensa. La literatura, la música y el cine la
han presentado como una mujer de corazón ancho, una enamorada de Jesús, testigo en primera línea de
su muerte y resurrección, símbolo de buscadora y de mujer entregada hasta el final.
En el evangelio de hoy, Jesús pregunta a María de Magdala: ¿Por qué lloras? ¿A quién buscas? Son
preguntas que trascienden el personaje de la mujer y se incrustan en cada uno de nosotros:
¿Por qué lloras? Jesús nos invita a tomar conciencia de nuestras pérdidas y de los sentimientos que las
acompañan. ¿Qué es lo que ahora produce en nosotros tristeza y desamparo? ¿Qué formas reviste
nuestra manera personal de vivir la relación con un Jesús “ausente”? ¿Qué zozobras nos causa el
ambiente en el que vivimos?
¿A quién buscas? No es la primera vez que Jesús formula una pregunta como esta. Se la dirigió
también a los discípulos de la primera hora al comienzo del evangelio de Juan. Es como si la
revelación necesitase siempre el punto de enganche del deseo. Quien no desea no ve. Quien no busca
no encuentra. Quien se detiene nunca llega. ¿Cuáles son nuestras búsquedas de hoy? ¿Qué nos mueve
por dentro para seguir caminando?
Detrás de cada lágrima, hay un Jesús que las enjuga. Detrás de cada búsqueda hay un Jesús que
pronuncia nuestro nombre y nos invita a vivir. La memoria de María Magdalena es la memoria de un
amor posible cuando todo parece perdido.
CR