EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Miércoles de la XVI Semana del Tiempo Ordinario (Año Impar)
Libro del Exodo 16,1-5.9-15.
Luego partieron de Elím, y el día quince del segundo mes después de su salida de
Egipto, toda la comunidad de los israelitas llegó al desierto de Sin, que está entre
Elim y el Sinaí.
En el desierto, los israelitas comenzaron a protestar contra Moisés y Aarón.
"Ojalá el Señor nos hubiera hecho morir en Egipto, les decían, cuando nos
sentábamos delante de las ollas de carne y comíamos pan hasta saciarnos. Porque
ustedes nos han traído a este desierto para matar de hambre a toda esta
asamblea".
Entonces el Señor dijo a Moisés: "Yo haré caer pan para ustedes desde lo alto del
cielo, y el pueblo saldrá cada día a recoger su ración diaria. Así los pondré a
prueba, para ver si caminan o no de acuerdo con mi ley.
El sexto día de la semana, cuando preparen lo que hayan juntado, tendrán el doble
de lo que recojan cada día".
Moisés dijo a Aarón: "Da esta orden a toda la comunidad de los israelitas:
Preséntense ante el Señor, porque él ha escuchado sus protestas".
Mientras Aarón les estaba hablando, ellos volvieron su mirada hacia el desierto, y la
gloria del Señor se apareció en la nube.
Y el Señor dijo a Moisés:
"Yo escuché las protestas de los israelitas. Por eso, háblales en estos términos: "A
la hora del crepúsculo ustedes comerán carne, y por la mañana se hartarán de pan.
Así sabrán que yo, el Señor, soy su Dios".
Efectivamente, aquella misma tarde se levantó una bandada de codornices que
cubrieron el campamento; y a la mañana siguiente había una capa de rocío
alrededor de él.
Cuando esta se disipó, apareció sobre la superficie del desierto una cosa tenue y
granulada, fina como la escarcha sobre la tierra.
Al verla, los israelitas se preguntaron unos a otros: "¿Qué es esto?". Porque no
sabían lo que era. Entonces Moisés les explicó: "Este es el pan que el Señor les ha
dado como alimento.
Salmo 78(77),18-19.23-24.25-26.27-28.
tentaron a Dios en sus corazones, pidiendo comida a su antojo.
Hablaron contra Dios, diciendo: "¿Acaso tiene Dios poder suficiente para preparar
una mesa en el desierto?
Entonces mandó a las nubes en lo alto y abrió las compuertas del cielo:
hizo llover sobre ellos el maná, les dio como alimento un trigo celestial;
todos comieron un pan de ángeles, les dio comida hasta saciarlos.
Hizo soplar desde el cielo el viento del este, atrajo con su poder el viento del sur;
hizo llover sobre ellos carne como polvo y pájaros como arena del mar:
los dejó caer en medio del campamento, alrededor de sus carpas.
Evangelio según San Mateo 13,1-9.
Aquel día, Jesús salió de la casa y se sentó a orillas del mar.
Una gran multitud se reunió junto a él, de manera que debió subir a una barca y
sentarse en ella, mientras la multitud permanecía en la costa.
Entonces él les habló extensamente por medio de parábolas. Les decía: "El
sembrador salió a sembrar.
Al esparcir las semillas, algunas cayeron al borde del camino y los pájaros las
comieron.
Otras cayeron en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y brotaron en
seguida, porque la tierra era poco profunda;
pero cuando salió el sol, se quemaron y, por falta de raíz, se secaron.
Otras cayeron entre espinas, y estas, al crecer, las ahogaron.
Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto: unas cien, otras sesenta, otras
treinta.
¡El que tenga oídos, que oiga!".
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :
San Juan María Vianney (1786-1859), sacerdote, cura de Ars
Sermones
«El sembrador salió a sembrar»
Si me preguntáis ahora lo que quiere decir Jesucristo por este sembrador, que
salió de madrugada para ir a sembrar la simiente en el campo, hermanos míos, el
sembrador es Dios mismo, que empezó a trabajar en nuestra salvación desde el
comienzo del mundo, enviándonos a sus profetas antes de la venida del Mesías,
para que aprendamos lo que se necesitaba para salvarse; no se ha contentado con
enviarnos a sus servidores, vino él mismo, y nos ha trazado el camino que
debemos seguir, ha venido a anunciarnos la santa palabra.
¿Sabéis lo que supone que una persona no se alimente de esta palabra santa
o abuse? Es similar a un enfermo sin médico, a un viajero perdido y sin guía, a un
pobre sin recursos; digamos mejor, hermanos míos, que es imposible amar a Dios y
complacerle sin ser alimentado por esta palabra divina. ¿Qué es lo que nos mueve a
acercarnos a él, si no porque lo conocemos? Y ¿quién nos lo hace conocer con todas
sus perfecciones, bondades y su amor para con nosotros, si no la Palabra de Dios,
que nos enseña todo lo que ha hecho por nosotros y los bienes que nos prepara en
la otra vida, si queremos complacerle?
“servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”