La fe no es un mero sentimiento
30/07/2011
Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 14, 1-12
En aquel tiempo, el rey Herodes oyó lo que contaban de Jesús y les dijo a sus
cortesanos: «Es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos y por eso
actúan en Él fuerzas milagrosas».
Herodes había apresado a Juan y lo había encadenado en la cárcel por causa de
Herodías, la mujer de su hermano Filipo, pues Juan le decía a Herodes que no le
estaba permitido tenerla por mujer. Y aunque quería quitarle la vida, le tenía miedo
a la gente, porque creían que Juan era un profeta.
Pero llegó el cumpleaños de Herodes, y la hija de Herodías bailó delante de todos y
le gustó tanto a Herodes, que juró darle lo que le pidiera. Ella, aconsejada por su
madre, le dijo: «Dame, sobre esta bandeja, la cabeza de Juan el Bautista».
El rey se entristeció, pero a causa de su juramento y por no quedar mal con los
invitados, ordenó que se la dieran; y entonces mandó degollar a Juan en la cárcel.
Trajeron, pues, la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven y ella se la
llevó a su madre.
Después vinieron los discípulos de Juan, recogieron el cuerpo, lo sepultaron, y luego
fueron a avisarle a Jesús. Palabra del Señor.
Oración introductoria
¡Qué fácil es caer!, dejar a un lado los valores y principios morales ante la
tentación, por eso acudo hoy a Ti, Señor. Fortalece mi fe, mi esperanza y mi
caridad para no pierda lo más por lo menos.
Petición
Padre mío, no permitas que el respeto humano me haga caer en el pecado.
Meditación
«La Iglesia nos recuerda que, como este altar, también nosotros fuimos
consagrados, puestos “aparte” para el servicio de Dios y la edificación de su Reino.
Sin embargo, con mucha frecuencia nos encontramos inmersos en un mundo que
quisiera dejar a Dios “aparte”. En nombre de la libertad y la autonomía humana, se
pasa en silencio sobre el nombre de Dios, la religión se reduce a devoción personal
y se elude la fe en los ámbitos públicos. A veces, dicha mentalidad, tan
diametralmente opuesta a la esencia del Evangelio, puede ofuscar incluso nuestra
propia comprensión de la Iglesia y de su misión. También nosotros podemos caer
en la tentación de reducir la vida de fe a una cuestión de mero sentimiento,
debilitando así su poder de inspirar una visión coherente del mundo y un diálogo
riguroso con otras muchas visiones que compiten en la conquista de las mentes y
los corazones de nuestros contemporáneos» (Benedicto XVI, 19 de julio de 2008).
Reflexión apostólica
«La maledicencia es uno de los pecados que más destruyen la caridad; es un
verdadero cáncer de la vida cristiana, pues por una mala inclinación –llámese
envidia, respeto humano, vanidad, amor propio, venganza, rencor o irreflexión–
fácilmente se habla mal del prójimo y, además, se llega hasta justificar este modo
de proceder. El cuidado de la lengua es un compromiso espiritual muy serio en la
agenda diaria de los miembros del Movimiento, según la advertencia del apóstol
Santiago: “Si alguno no peca con la lengua, es un hombre perfecto”» (Manual del
miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 95).
Propósito
Todos los días, al despertar y hacer el ofrecimiento del día a Dios, pedirle me dé la
fortaleza para no traicionarlo.
Diálogo con Cristo
Permite, Señor, que ni ahora, ni a la hora de mi muerte, dude de tu infinita
misericordia, que supera, por mucho, mi egoísmo y mi soberbia.
«Sólo el amor es capaz de acabar con ese respeto humano que ata a tantas almas
y las priva de hacer lo que deberían por la causa de Cristo »
( Cristo al centro, n. 1333).