XIX Semana del Tiempo Ordinario, Ciclo A (Año Impar)
Imtroducción a la semana
En las lecturas de esta semana se cierra el ciclo de la travesía de Israel por el
desierto. Dios había prometido a su pueblo una tierra propia y esa promesa
había de cumplirse. Moisés presenta al pueblo las exigencias del Señor; si
obedece, le asegura la entrada en la tierra prometida, que tendrá lugar bajo la
guía de Josué, a quien aquél le encomienda esa misión. El libro de Josué es,
pues, como un apéndice del Pentateuco (tiempo originario de los patriarcas,
larga permanencia y opresión en Egipto, liberación y éxodo por el desierto,
llegada a la tierra prometida). Una tierra propia, como don de Dios, es elemento
fundamental en la identidad del pueblo elegido. Moisés, a quien el texto colma
de elogios por su fidelidad sin fisuras al Señor, muere avistándola de lejos.
Josué, fiel discípulo de Moisés, se dispone a cumplir su encargo. Ordena
atravesar el Jordán: al entrar en él el arca de la alianza, se le abre paso al
pueblo, como antaño sucediera con el Mar Rojo. Josué rememora entonces todo
lo que Dios hizo hasta ahora con ellos y reclama solemnemente del pueblo la
renovación de su compromiso de servir en exclusiva al Señor. Se trata, como
siempre, de ser fieles al Dios que permanece fiel.
El evangelio de Mateo ofrece importantes enseñanzas de Jesús para la vida de la
comunidad cristiana: cumplir con los deberes cívicos (aquí los impuestos),
aunque relativizándolos; superar las rupturas conyugales; dar preferencia a los
“pequeños” (los más necesitados), acogiéndolos e incluso identificándose con
ellos, como hace el Dios del reino; y perdonar siempre a los demás, como
nosotros somos perdonados sin límite.
Entre los santos, celebramos al fundador de los dominicos, Domingo de Guzmán,
espejo del evangelio, que vivió el ideal apostólico en el corazón de la Iglesia,
pobre, alegre y compasivo, de oración incesante, buscador y predicador
infatigable de la verdad, lúcido legislador y ejemplar compañero de sus
hermanos.- Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein), filósofa esclarecida, judía
conversa y carmelita víctima del nazismo, patrona de Europa.- Lorenzo, diácono
mártir de la Iglesia de Roma.- Clara de Asís, seguidora entusiasta de Francisco
en su ideal de humildad y pobreza en compañía de sus monjas.
Fray Emilio García Álvarez
Convento de Santo Domingo. Caleruega (Burgos)
Con permiso de dominicos.org