Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Ciclo A, Tiempo Ordinario,
Domingo de la Semana No. 20
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: A los extranjeros los traeré a mi monte santo * Los dones y
la llamada de Dios son irrevocables para Israel * Mujer, qué grande es tu fe
Textos para este día:
Isaías 56,1.6-7:
Así dice el Señor: "Guardad el derecho, practicad la justicia, que mi salvación está
para llegar, y se va a revelar mi victoria. A los extranjeros que se han dado al
Señor, para servirlo, para amar el nombre del Señor y ser sus servidores, que
guardan el sábado sin profanarlo y perseveran en mi alianza, los traeré a mi monte
santo, los alegraré en mi casa de oración, aceptaré sobre mi altar sus holocaustos y
sacrificios; porque mi casa es casa de oración, y así la llamarán todos los pueblos."
Romanos 11,13-15.29-32:
Hermanos: Os digo a vosotros, los gentiles: Mientras sea vuestro apóstol, haré
honor a mi ministerio, por ver si despierto emulación en los de mi raza y salvo a
alguno de ellos. Si su reprobación es reconciliación del mundo, ¿qué será su
reintegración sino un volver de la muerte a la vida? Pues los dones y la llamada de
Dios son irrevocables. Vosotros, en otro tiempo, erais rebeldes a Dios; pero ahora,
al rebelarse ellos, habéis obtenido misericordia. Así también ellos, que ahora son
rebeldes, con ocasión de la misericordia obtenida por vosotros, alcanzarán
misericordia. Pues Dios nos encerró a todos en la rebeldía para tener misericordia
de todos.
Mateo 15,21-28:
En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón. Entonces una
mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: "Ten
compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo." Él no
le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: "Atiéndela, que
viene detrás gritando." Él les contestó: "Sólo me han enviado a las ovejas
descarriadas de Israel." Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: "Señor,
socórreme." Él le contestó: "No está bien echar a los perros el pan de los hijos."
Pero ella repuso: "Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las
migajas que caen de la mesa de los amos." Jesús le respondió: "Mujer, qué grande
es tu fe: que se cumpla lo que deseas." En aquel momento quedó curada su hija.
Homilía
Temas de las lecturas: A los extranjeros los traeré a mi monte santo * Los dones y
la llamada de Dios son irrevocables para Israel * Mujer, qué grande es tu fe
1. Los de fuera
1.1 Las lecturas de hoy nos invitan a reflexionar en una realidad que se repite en
muchas partes: los de dentro y los de fuera.
1.2 Los de dentro son los que sienten que tienen unos derechos; los de fuera son
los que se sienten o son excluidos de ellos. La imagen podría ser la de un club: para
entrar, para ser de los de dentro, se necesita haber cumplido unos requerimientos,
por ejemplo el pago de una cuota o la pertenencia a un partido político o una
determinada casta.
1.3 El tema interesa mucho porque en la Biblia vemos a menudo que Dios toma
partido por los de fuera, es decir, por los excluidos, por los marginados. ¿Qué
quiere decir, cabalmente, "marginado"? El que ha sido empujado más allá del
margen. Ha sido expulsado y ya no es, o nunca se consideró que fuera de "los de
dentro."
1.4 En Egipto los desposeídos y marginados eran los hebreos y podemos decir que
Dios "opta" por ellos. Por contraste, quien podía sentirse absolutamente "adentro" y
absolutamente dueño de todos los derechos, era el faraón, pero Dios vino a
demostrarle que su engreimiento no valía nada y su presunción era humo y vacío.
2. Excluidos de la Vida
2.1 La primera lectura nos presenta un modo de exclusión. Se trata de los
extranjeros. En la mentalidad del Antiguo Testamento lo que prima es la idea de
que hay un solo pueblo que es el pueblo elegido.
2.2 El sentido que Dios quería dar a esa elección era este: ser elegido es servir de
instrumento y guía de la salvación de los demás pueblos. Sin embargo, un modo
cómodo de interpretar las cosas, un modo egoísta pero tentador, era decir que los
demás pueblos ya habían sido "descartados."
2.3 El texto del profeta Isaías se opone a esa interpretación miope y mundana de la
elección divina. Isaías viene a afirmar que hay promesas de vida y de felicidad para
los extranjeros, es decir, para los de fuera. Con eso también está relativizando lo
que podía servir de orgullo fatuo a los israelitas.
3. Cuando los de afuera se adueñan de la casa
3.1 La segunda lectura da un paso más en esta misma línea. Resulta que Dios es
compasivo y abre la puerta de su misericordia a los pueblos no judíos, es decir, a
los que la Biblia llama "gentiles." Los que estaban "lejos" ahora están "cerca"
enseña san Pablo, por ejemplo, en el capítulo primero de su carta a los Efesios.
Pero ¡cuidado! Estar cerca es empezar a estar "adentro" y existe siempre el peligro
de sentirse ya tan adentro que uno empiece a despreciar a los que ahora vinieron a
quedar afuera.
3.2 Pablo sale al paso de esta situación en la segunda lectura de este domingo,
mostrando que si es verdad que el orgullo de aquellos judíos no condujo a nada, no
podemos interpretar de ahí que ya ellos han quedado "afuera" para siempre. Al
contrario, temerosos de repetir nosotros mismos el ciclo y anhelantes de la gracia y
la salvación para todos, tomamos en consideración las palabras de este apóstol:
"Así como ustedes antes eran rebeldes contra Dios y ahora han alcanzado su
misericordia con ocasión de la rebeldía de los judíos, en la misma forma, los judíos,
que ahora son los rebeldes y que fueron la ocasión de que ustedes alcanzaran la
misericordia de Dios, también ellos la alcanzarán. En efecto, Dios ha permitido que
todos cayéramos en la rebeldía, para manifestarnos a todos su misericordia."
4. Un obstáculo: ¿Por qué Jesús trata así a aquella extranjera?
4.1 El evangelio de hoy, en cambio, nos presenta un pasaje bastante difícil sobre
todo porque la actitud de Jesús resulta francamente desconcertante: ¿por qué hace
esperar tanto a esta pobre mujer que clamaba la curación de su hijita? Y si luego va
a curarla, ¿por qué con ese lenguaje tan duro, diríamos tan humillante?
4.2 Para dar un poco de perspectiva a lo sucedido, conviene recordar que Jesús
tenía muy claro que su misión, por lo menos en el terreno de lo inmediato, iba
dirigida a los miembros del pueblo elegido. Él no se ve a sí mismo como una
especie de curandero o de hombre con poderes extraordinarios. A menudo prefirió
destacar el papel de la fe de quienes recibían sus milagros, como quitando la
atención de sí mismo y desplazándola hacia el acto de fe que el enfermo hacía
cuando se curaba.
4.3 El enfoque de Jesús no es tanto que Él hace cosas sino que Él es la ocasión de
que Dios haga cosas en quienes vuelven hacia Dios. Esto es así porque Jesús
básicamente está anunciando que Dios reina, está anunciando el Reinado de Dios
como más potente que toda la iniquidad humana y también como más fuerte que
todo lo que aflige u oprime a los hombres.
4.4 En síntesis, Jesús quiere que el protagonista sea el poder de Dios que se hace
próximo y activo en nosotros cuando realmente creemos. Es evidente que una
curación "fácil" y un encuentro casi accidental con una especie curandero itinerante
no son el lugar para realmente reconocer que es Dios el que reina.
4.5 Esto explica, por lo menos en parte, lo que al principio nos parecía chocante:
Jesús no quiere que sus milagros sean anécdotas, sino mensajes que anuncian la
llegada del Reino. En el fondo, la demora en conceder esa sanación y el modo de
hablarle a esta mujer son una especie de catequesis que quiere mostrar por qué
caminos le llega la salvación. Al decirle que esta recibiendo migajas de la mesa del
pueblo elegido le está mostrando que sólo hay un Dios, que ese Dios se ha revelado
al pueblo de la alianza, y que de Él y sólo de Él viene todo bien.