Ciclo A. 21º Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Pedro Guillén Goñi, C.M.
El evangelio de San Mateo nos describe en el día de hoy el pasaje de la profesión
de fe que el discípulo del Señor, Pedro, hace de su Maestro. ¿Quién creen ustedes
que soy yo?, les pregunta Jesús a sus discípulos y San Pedro, decidido y
convencido, afirma: “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo”. No le resultó fácil
responder así al Señor porque no pretendió quedar bien ante Jesús con una
definición teorizante sino que buscó reafirmar su fe desde una actitud
comprometida que le llevara a practicar en su vida lo que su mente y el corazón le
indicaba. A partir de esta respuesta San Pedro se compromete a estar con el Señor
en un estímulo permanente de profundización interior; a conocerlo mejor para
asimilar su propio proyecto de vida; a aprender de Él como el Maestro seguro que
orienta y dirige sus pasos hacia el Reino de Dios; a transmitir el mensaje de lo que
“ha visto y oído” en su experiencia vivida con el Señor. Por eso Jesús, ante esta
respuesta en sinceridad y fidelidad por parte de Pedro, le confiere los “símbolos” de
la autoridad del Reino que predica: le constituye en piedra sobre la que edificará su
Iglesia; le promete las llaves del Reino; le concede el poder de atar y desatar
(permitir o prohibir). San Pedro asume esa responsabilidad que la certifica
especialmente a partir de la experiencia de la resurrección del Señor y en el inicio
de la primitiva comunidad cristiana.
Hasta aquí hemos analizado lo que supuso para San Pedro reafirmar la fe en Jesús.
Sin embargo hoy también el Señor nos sigue preguntando ¿Quién soy yo para ti?
No podemos conformarnos con una respuesta de catecismo para salir del paso. La
fe no es fundamentalmente conocimiento sino adhesión perseverante en quien
creemos. ¿Qué significa para mí Jesús de Nazareth?, ¿en qué cambia mi vida
respecto a otros que no lo reconocen como el Salvador?, ¿cuál debe ser mi proceso
de conversión para identificarme más plenamente con su proyecto de vida?, ¿cómo
vivo y transmito el mensaje del Señor a los demás? son algunas de las preguntas
que la reflexión dominical nos sugiere para hacer de nuestra vida un encuentro más
cercano y sincero con el Señor que sale a nuestro encuentro para ofrecernos su
amor desde la fe.
Fuente: Somos.vicencianos.org (con permiso)