Ciclo A. 4º domingo de Pascua
Antonio Elduayen, C.M.
Queridos amigos
El evangelio de hoy (Jn 10, 1-10) nos trae la parábola del Buen Pastor , en la
que Jesús dice ser la puerta del redil de las ovejas. Yo soy la Puerta, afirma,
aunque a nosotros nos gusta más cuando dice que es el Buen Pastor, sobre todo
hoy en que celebramos el Día de Oración por las Vocaciones de Buenos
Pastores … Lo curioso es que nunca antes, en toda la Escritura, Dios o su Mesías
son llamados Puerta, como sí pasa con Pastor. De hecho la figura del pastor llena la
Biblia, desde Abel, el bueno, que fue pastor. Dios es el Pastor de su pueblo (Sal
8,1; 23,1) y el Mesías es el Buen Pastor (Jn 10,11; 1 Pe 2,25). En Mat 25, 32s, el
juicio final es descrito con la imagen de un Pastor que separa las ovejas de los
chivos. ¿Por qué Jesús quiso llamarse y presentarse como Puerta? “Esta es la
puerta del Señor, por ella entran los justos”, del Salmo 118,20, es quizás en la
Escritura lo más cercano a lo que Jesús dijo.
Para entender mejor lo que Jesús quiso significar al decir que es la Puerta del
redil habrá que recordar que las ovejas de un pueblo -solían ser de distintas
familias- , eran guardadas durante la noche en el redil, bajo el cuidado de un
portero. Y que era este portero quien tenía que reconocer y abrir la puerta al
pastor o los pastores, así como a las ovejas que, a la mañana siguiente, irían de
pastoreo. Aquellos pastores que conocían los nombres característicos de las ovejas;
y aquellas ovejas, que, al ser llamadas por su nombre característico, respondían al
pastor. Con esta parábola Jesús quiere darnos varias lecciones, dos
principalmente. 1. que Él es el Pastor verdadero (legítimo), al ser la Puerta del
redil; y 2. que sus verdaderas ovejas son las que escuchan y siguen su voz .
Veamos brevemente los alcances de estas dos lecciones.
Ayer como hoy, los pastores de almas -(los guías o responsables de personas y
pueblos: en lo religioso y espiritual, lo social y cultural, lo económico y político, lo
familiar y nacional, incluidos los Padres de la Patria y Gobernantes)-, pueden ser
falsos o verdaderos . Veamos (en Jn 10) los criterios que nos dejó el Buen Pastor
Jesús para distinguirlos y saber a qué atenernos : 1. amar y ser amado por las
ovejas (conocerlas por su nombre y ser conocido por ellas (v.14); 2. caminar
delante de ellas (v.4); 3. defenderlas y darles los mejores pastos (que tengan vida
y la tengan en abundancia (v.10); 4. dar la vida por las ovejas (v.11); 5.
preocuparse por las que no son de su corral (las minorías) hasta que haya un solo
rebaño con un solo pastor (v.16); 6. estar motivado por el amor de Dios (v.17); 7.
entrar por la puerta que es Jesús v.9)
Este último criterio, que para Jesús es el primero: Yo soy la Puerta , es de la
máxima importancia y actualidad, sobre todo para nosotros, los cristianos. Quiere
decir que todo -hombre, instituciones y cosas- debe pasar por Jesucristo . No
sólo para contar con legitimidad -los que no entran por la puerta son ladrones y
salteadores-, sino sobre todo porque “el que entre por mí estará a salvo” (Jn 10,
9). Para terminar, algo muy importante: Jesús ha dispuesto que sea la Iglesia
quien acompañe al hombre a recorrer el Camino y a pasar por la Puerta,
que son Jesús (Mt 16, 18-19)
Fuente: Somos.vicencianos.org (con permiso)