Ciclo A. 3º domingo de Pascua
Julio César Villalobos, C.M.
¿Sabes Jesús?, muchas veces te vimos pasar, muchas veces alguien nos habló de ti
y tuvimos el corazón cerrado y la mente llena de cuestionamientos racionales,
hemos hasta recibido muchas bendiciones de ti y no nos hemos dado cuenta, tu
Madre nos ha hablado de ti y no le hemos hecho caso, tus apóstoles nos hablan de
ti y te hemos dado la espalda, dudamos todo el tiempo de tu Eucaristía, no nos
abrimos al Espíritu y nos burlamos de Él pensando que te manipulan, algunos
piensan que tú no existes, o que slo “eres una energía” o “una fuerza csmica”…
Un testimonio de fe es fruto de un encuentro con un Dios vivo. A la luz del
acontecimiento de la pascua de Resurrección, los apóstoles, llenos del Espíritu no
dudaron de testificar que Jesús está vivo. Pedro nos da ejemplo de que sí se puede
dar testimonio, aún a pesar de los obstáculos, o del mundo que le da la espalda a
Dios. Dice la 1ra lectura (Hch.2,14.22-33): “Les hablo de Jesús nazareno, el
hombre que Dios acredit ante uds…Conforme al designio previsto y determinado
por Dios, fue entregado…ustedes lo mataron en una cruz. Pero Dios lo resucit”;
“Dios resucit a este Jesús, y todos nosotros somos testigos”.
Jesús siempre es real, está vivo, no ha muerto. Muchas agrupaciones no católicas,
muchas sectas y nuevos movimientos religiosos salen de algún personaje, nacen de
la iniciativa de algún personaje, su cuerpo se conserva, algunos de ellos no han
muerto pero cuando suceda se conservará su cuerpo, pero el de Jesús no porque
Cristo VIVE ALELUYA!!!
Él viene a liberarnos de toda cadena, de toda atadura, de todo pecado. San Pedro,
en su 1ra carta (1,17-21) nos hace recordar esa verdad de fe. Y esa liberación
viene por su sangre derramada en la Cruz. Gracias a su presencia, todos creemos,
gracias a su compañía nuestra vida se fortalece, gracias a su amor somos
redimidos.
Dos jvenes camino a Emaús iban: sin esperanza, “sin Dios”, sin ganas de caminar,
cuestionaban todo, trataban de encontrar “explicaciones racionales” a todo lo que
ocurrió alrededor de la muerte de Jesús, pero no hallaban respuesta. ¿Te ha pasado
alguna has querido desaparecer de este mundo porque todo te ha ido mal o porque
Dios se “olvid de ti?, ¿alguna vez algún amigo te fall? Pero Jesús sali a su
encuentro. Dice el evangelio de hoy: “Jesús en persona se acerc y se puso a
caminar con ellos” (Lc.24,13-35).
Cuando estamos llenos de: pecado, cuestionamientos racionales a la fe, dudas,
soberbia, miedos…entonces sucede como los jvenes de Emaús: “Pero sus ojos
estaban tan cegados, que no eran capaces de reconocerlo”. Jesús, al caminar con
los peregrinos de Emaús, y al explicarles con amor que todo lo que dijeron los
profetas acerca de él es verdad, quiso poner en sus corazones paz y fe, que a veces
eso nos falta. Una segunda prueba para aumentar su fe, aparte de su presencia
cercana y amiga, es la celebración de la Eucaristía.
Hoy quiere Jesús abrir nuestros “ojos ciegos” para que pase la luz de su Espíritu y
empezar a creer más a él y creerle a él. Todo encuentro con Jesús provoca misión:
“Y levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén…” y todo para contar que
“era verdad, ha resucitado el Seor”. “Y ellos contaron lo sucedido por el camino y
cmo lo habían reconocido al partir el pan”. ¿Te atreverás a dar testimonio como
los de Emaús, acerca de Jesús?
Recuerda: Jesús es real, no defrauda!!!
Fuente: Somos.vicencianos.org (con permiso)