Comentario al evangelio del Martes 18 de Diciembre del 2012
José, el esposo en conflicto y espera
Jose se encuentra con un problema de conciencia por que su prometida está encinta. La ley manda
denunciar a la prometida que resulta embarazada. Se trataba de una decisión muy grave para María,
que corría el riesgo de ser apedreada. José es justo y quiere cumplir la ley, pero ama a María. Para no
avergonzarla decide simplemente separarse. Pero se siente confuso y, al mismo tiempo, confiado. Y en
calidad de tal se convierte en densa figura del tiempo de adviento.
Como es habitual es la Biblia aparecen en escena los ángeles de Dios. Se hacen notar en los sueños, en
los mensajeros de Dios. Es el mensaje de Dios con la invitación a la confianza y la revelación de lo que
está sucediendo el que saca a José de su conflicto de conciencia. José puede llevarse a casa a su novia.
El niño nacerá. José le dará el nombre que significará la misión salvadora. Se llamará Emmanuel.
El evangelista Mateo tiene especial interés en situar el nacimiento del Mesías Jesús en continuidad con
la tradición bíblica del Antiguo Testamento. Jesús es hijo de David por medio de José y sus
progenitores. Y es Hijo de Dios. Mateo acentúa la continuidad mediante el recurso de la cita del
profeta que se cumple en él. Lo que está sucediendo es la realización de una promesa previa. De forma
similar lo hace en otras doce ocasiones. Mateo relee la profecía de Isaías, la joven esposa del rey en
Isaías se convierte a los ojos de Mateo en una virgen que da a luz. Mateo relee y actualiza
inspiradamente. Los discípulos de la Palabra en el tiempo leemos y nos dejamos afectar y personalizar
por la Palabra de la vida.
Bonifacio Fernández, cmf