III DOMINGO DE ADVIENTO (C)
(Luc.3, 3-18)
- Un Domingo más, el Adviento pone a nuestra consideración la señera figura de
Juan Bautista, Precursor del Señor y máximo protagonista, junto con María, del
primer Adviento de la historia.
- La predicación de Juan Bautista, que recoge el Evangelio de hoy es, ¡todo un
programa de vida cristiana!
- De las distintas respuestas que va dando, a los que le interrogan, se puede
concluir que, el Cristianismo, (más allá de una simple religión de principios
teóricos) lo constituye, todo un conjunto de actitudes y comportamientos que el
cristiano ha de hacerlos realidad en su propia vida.
Aquellos espontáneos con sus preguntas, ¡van al grano! ¿qué hemos de hacer?
Y, Juan el Bautista con sus respuestas, ¡tampoco se anduvo por las ramas! Cada
una de sus respuestas resultan muy clarificadoras respecto a toda una serie de
aspectos concretos de la vida cristiana. De estas respuestas podríamos concluir:
1º) Que la conversión, va más allá de abandonar el pecado. Requiere,
además , un cambio de conducta y realizar cosas positivas.
2º) Que la conversión, o lo que es lo mismo, la santidad a la que Dios nos
llama, no consiste en hacer cosas raras o extraordinarias, sino en hacer
extraordinariamente bien los deberes más comunes de la vida diaria.
3º) Que, para agradar a Dios, cualquier situación o profesión humana
noble, en la que nos encontremos, es válida. ¡Ni siquiera a los soldados, cuya
profesión estaba mal vista, se les pide que tengan que cambiar de profesión!
“Que cada uno – nos aclarará San Pablo - viva según la condición que el
Señor le asignó. Cada cual, como era cuando Dios lo llamó”
4) Y, finalmente, conviene advertir cómo, en todas las respuestas, hay como
un hilo conductor, un denominador común: el amor al prójimo .
- El que tenga dos túnicas, que dé una.
- No exigir nada abusivo.
- No hacer extorsión a nadie.
- No denunciéis falsamente (Ser veraces)
- Conformaos con lo vuestro (No envidiar)
- Para concluir: tres virtudes laten en este pasaje, que parece querer recordarnos el
Señor: la Justicia , la Caridad y la Autenticidad. Bueno será tenerlas especialmente
presente en este tiempo de Adviento, en el que nos preparamos para esa personal
venida del Señor que nos evoca la Navidad .