“¡GRITA DE ALEGRÍA, HIJA DE SIÓN! ¡ACLAMA, ISRAEL!”…
“¡AL￉GRATE Y REGOCÍJATE DE TODO CORAZÓN, HIJA DE
JERUSAL￉N!”..... “¡EL SE￑OR, TU DIOS, ESTÁ EN MEDIO DE
TI”……”¡ACLAMEMOS AL SE￑OR CON ALEGRÍA!”....”￉STE ES EL DIOS
DE MI SALVACIÓN: YO TENGO CONFIANZA Y NO TEMO, PORQUE EL
SE￑OR ES MI FUERZA Y MI PROTECCIÓN; EL FUE MI SALVACIÓN”….
“AL￉GRENSE SIEMPRE EN EL SE￑OR”. …”EL SE￑OR ESTÁ CERCA”….
“EL LOS BAUTIZARÁ EN EL ESPÍRITU SANTO Y EN EL FUEGO”
Reflexión desde las Lecturas del Domingo III de Adviento Ciclo C
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. ¡ALÉGRATE Y REGOCÍJATE DE TODO CORAZÓN¡
La liturgia de este domingo quiere infundirnos una alegría desbordante: “ᄀGrita de
alegría, hija de Sión!...... ¡Alégrate y regocíjate de todo corazón, hija de
Jerusalén!” ¿La razón? La Iglesia presiente la inminencia de Cristo –“ᄀEl Se￱or, tu
Dios, está en medio de ti”– y no puede contener su gozo; la esperanza, el deseo de
Cristo, se transforma en júbilo porque ya viene, está a la puerta. He ahí la gran certeza
de la esperanza cristiana.
Y con la presencia de Cristo, la salvación que trae: “El Se￱or ha cancelado tu
condena, ha expulsado a tus enemigos”. No sólo es la alegría por la presencia del
Amado, sino también el entusiasmo por la victoria: “ᄀEl Se￱or, tu Dios, está en
medio de ti, es un guerrero victorioso!”. Los males que nos rodean tienen, por fin,
remedio, porque llega Cristo, Salvador del mundo.
Se nos regala un nuevo Adviento para que aprendamos a vivir esta realidad: “ᄀGrita
de alegría”,….. “ porque es grande en medio de ti el Santo de Israel!” Y eso que la
salvación que experimentamos ya es sólo el comienzo, pues es Jesús viene a
bautizarnos con Espíritu Santo y fuego. Este es su don, el don mesiánico por
excelencia. Jesús anhela sumergirnos en su Espíritu. El Adviento nos abre no sólo a
Navidad, sino también a Pentecostés.
2. PRIMERA LECTURA
El profeta Sofonías prevé los efectos de la Alianza entre Cristo y su pueblo, la Iglesia,
que en la próxima Navidad celebraremos la inauguración de esta Alianza con los
efectos de gracia previstos por el profeta; liberación de los males que nos esclavizan;
liberación del temor. Alegre esperanza porque está casi entre nosotros.
Lectura de la profecía de Sofonías 3, 14-18
¡Grita de alegría, hija de Sión! ¡Aclama, Israel! ¡Alégrate y regocíjate de todo
corazón, hija de Jerusalén! El Señor ha retirado las sentencias que pesaban sobre ti
y ha expulsado a tus enemigos. El Rey de Israel, el Señor, está en medio de ti: ya no
temerás ningún mal. Aquel día, se dirá a Jerusalén: ¡No temas, Sión, que no
desfallezcan tus manos! ¡El Señor, tu Dios, está en medio de ti, es un guerrero
victorioso! El exulta de alegría a causa de ti, te renueva con su amor y lanza por ti
gritos de alegría, como en los días de fiesta.
Palabra de Dios.
3. EL PROFETA SOFONÍAS
Sofonías (en hebreo Sefanyah: “Yahvé ha guardado”) El nombre aparece en diversos
textos del A.T. Nuestro profeta es presentado como descendiente de un tal Ezequías,
que algunos críticos identifican con el famoso rey reformador del tiempo de Isaías. De
hecho se dan varios progenitores hasta llegar al de Ezequías. Pero el bisabuelo de
Sofonías (Amarías) que es presentado como hijo de Ezequías, nos es desconocido
como hijo del famoso rey. Algunos autores explican la minuciosa y amplia genealogía
del profeta porque aparece como hijo de Cusí (el etíope); y entonces el hagiógrafo
tiene interés en aclarar su verdadera ascendencia judaica. Como sus predicciones se
centran en torno a Jerusalén, se supone que la capital era el lugar de su residencia, y
quizá de su nacimiento. El título del libro sitúa la actividad profética de Sofonías en
tiempos de Josías (640-609), sin concretar más. Pero como en sus vaticinios se habla
de los abusos de prácticas idolátricas de tipo asirio, se sigue que su predicación tuvo
lugar antes de la reforma religiosa del piadoso rey Josías, en el año 622-21, en que fue
hallado el libro de la Ley en los fundamentos del templo. Así, parece que ejerció su
ministerio antes de Jeremías, quien comenzó hacia el 627 a.C. Como Nahum, anuncia
la ruina de Nínive, aunque sin el relieve y dramatismo con que la describe este
profeta.
4. HIJA DE SIÓN (HIJA DE JERUSALÉN)
El profeta Sofonías, interpreta con estas palabras el deseo de renacer de la ciudad de
Jerusalén tras el período del rey Manasés, idólatra y violento. Se trata de un renacer a
la vez espiritual y civil. La destinataria de las palabras es la “hija de Si￳n” o “hija de
Jerusalén” , que de ambos modos se designa a la misma ciudad de Jerusalén, pero que
tal vez aluden también a algo nuevo que va a hacer el Señor.
En el texto profético se cruzan diversos temas, todos se repiten al menos dos veces, y
es que la repetición subraya la urgencia de la exhortación a fiarse de esta palabra de
esperanza. La invitación a la alegría da el tono fundamental. El profeta recurre a todos
los vocablos posibles para manifestarlo: “ᄀGrita de alegría!... ᄀAlégrate y regocíjate
de todo corazón, hija de Jerusalén!”, es ese gozo interior que se manifiesta
exteriormente con la participación de toda la comunidad. Pero el aspecto más
interesante de este sentimiento es que no sólo se trata de un gozo humano, sino
también del de Dios; “El exulta de alegría a causa de ti” . El fragmento se abre con el
gozo del pueblo y se cierra con el gozo de Dios.
El motivo del gozo es la venida de Dios, que, cancelada toda condena, habita ahora en
medio de la ciudad como salvador: “ᄀEl Se￱or, tu Dios, está en medio de ti!”. La
salvación a su vez se realiza como una renovación en el amor; “te renueva con su
amor y lanza por ti gritos de alegría, como en los días de fiesta”. Para Sofonías la
salvación está en el reafirmar el amor originario de Dios, en volver a encontrar el
amor perdido. Es un amor que expulsa al temor, porque ya no hay motivo para temer
cuando Dios manifiesta su amor. Precisamente en este texto se inspirará la escena de
la anunciación en Lucas: “Alégrate... El Se￱or está contigo... No temas...” .
5. SALMO SaI (Is)12 , 2-6
Porque “el Se￱or está en medio de nosotros”, el salmo nos invita a la confianza y a la
alegría. Participamos de esta oración aclamando:
R. ¡Aclamemos al Señor con alegría!
Éste es el Dios de mi salvación: yo tengo confianza y no temo, porque el Señor es mi
fuerza y mi protección; Él fue mi salvación. R.
Ustedes sacarán agua con alegría de las fuentes de la salvación. Den gracias al
Señor, invoquen su Nombre, anuncien entre los pueblos sus proezas, proclamen
qué sublime es su Nombre. R.
Canten al Señor porque ha hecho algo grandioso: ¡que sea conocido en toda la
tierra! ¡Aclama y grita de alegría, habitante de Sión, porque es grande en medio de
ti el Santo de Israel! R.
6. CÁNTICO DE LIBERACIÓN
Este himno “forma el epílogo lírico de la primera gran secci￳n del libro de Isaías”, que
es desde el capítulo 1 al 12. Como en otro tiempo el pueblo israelita, bajo el caudillaje
de Moisés, entonó un himno de acción de gracias después del paso del mar Rojo, así
los nuevos repatriados proferirán en un clamoroso cántico de acción de gracias y de
alegría. El género literario del fragmento es similar al de los himnos de algunos
salmos y del cántico de Moisés. Como es extraño en Isaías que se cierre una profecía
por un himno de este tipo, muchos críticos creen que este capítulo es una adición
posterior; no obstante, debe notarse que la expresión el Santo de Israel es muy
isaiana: “ ¡Aclama y grita de alegría, habitante de Sión, porque es grande en medio
de ti el Santo de Israel!”
En los primeros versos que se citan en este poema, el autor sagrado pone en boca de la
comunidad de Sión un cántico de acción de gracias por la salvación conseguida del
Señor; “Éste es el Dios de mi salvaci￳n: yo tengo confianza y no temo, porque el
Se￱or es mi fuerza y mi protecci￳n; Él fue mi salvaci￳n” Ustedes sacarán agua con
alegría de las fuentes de la salvaci￳n”.
Como en muchos salmos, aparece la comunidad israelita personificada, reconociendo
la justicia de la intervención divina al enviarle el castigo, pero al mismo tiempo
perdonándola, y en realidad el Señor es la fuerza, porque es el Dios de su
salvación; porque el Se￱or es mi fuerza y mi protecci￳n; Él fue mi salvaci￳n”.
En los versos siguientes, hay una invitación mutua a alabar al Señor y hacer conocer a
las naciones sus grandes obras. “Ustedes sacarán agua con alegría de las fuentes de
la salvaci￳n”. Algunos han visto aquí una alusión al rito de sacar agua de la fuente de
Siloé el día de los Tabernáculos para derramarla sobre el altar, como acción simbólica
de que Dios enviará sobre la próxima siembra la lluvia necesaria. En todo caso, aquí la
idea de la frase es como se saca agua de una fuente inagotable, así los fieles israelitas
son invitados a participar de las gracias, efecto de la bendición divina, que se concibe
como fuente inagotable de bien, y a entonar un himno de acción de gracias por las
hazañas del Señor en favor del pueblo escogido: “Canten al Se￱or porque ha hecho
algo grandioso: ¡que sea conocido en toda la tierra!”. Y termina invitando a
Jerusalén, la moradora de Sión, “habitante de Si￳n” a dar signos de exultación en
honor del Santo de Israel, título que Isaías suele dar al Señor para destacar su carácter
de puro, incontaminado y trascendente sobre todas las cosas de este mundo, pero al
mismo tiempo vinculado de un modo especialísimo al pueblo elegido,
Israel: “ᄀAclama y grita de alegría, habitante de Si￳n, porque es grande en medio de
ti el Santo de Israel!”
7. SEGUNDA LECTURA
San Pablo coincide con el mensaje de Sofonías, e invita a estar alegres: regocíjense en
el Señor, reciban su paz con un corazón orante. La diferencia de este segundo
mensaje: San Pablo está hablando de una alianza de gracia que ya no está más en el
futuro, sino que está presente, desde el nacimiento de Jesús.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos 4, 4-7
Hermanos: Alégrense siempre en el Señor. Vuelvo a insistir, alégrense. Que la
bondad de ustedes sea conocida por todos los hombres. El Señor está cerca. No se
angustien por nada y, en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la
súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios.
Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su
cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús.
Palabra de Dios.
8. ALÉGRENSE SIEMPRE EN EL SEÑOR
De nuevo el Apóstol, con un afecto paternal desbordante, da diversas
recomendaciones generales respecto de la “alegría” cristiana. La invitaci￳n que hoy
nos hace San Pablo a la alegría, “Alégrense siempre en el Se￱or”, como también la
recomendación que nos hace a no temer; No se angustien por nada y, en cualquier
circunstancia” , encuentran, para Pablo, su fundamento en el hecho de que : “El Se￱or
está cerca”. "El Se￱or" indica aquí no sólo a Dios, sino a Jesús, porque en él Dios se
acerca a la humanidad.
La carta a los Filipenses muestra cómo la esperanza del cristiano es diferente de la
esperanza del que quiere ser optimista a toda costa. Ésta no se basa en un sentimiento
de voluntad personal, en una disposición interior al optimismo, sino en la persona de
Jesús, que es garantía de la espera para el futuro. Tres palabras resumen los aspectos
personales y comunitarios de la esperanza : “Alegría, confianza y paz”.
La alegría, viene del hecho de vivir en comunión con Jesús y los demás. El que afirma
esto no es cualquier persona, sino un apóstol que sufre, prisionero, que invita
reiteradamente a los filipenses al gozo, a “Alegrarse siempre en el Se￱or”. Para
Pablo, la alegría nunca debe faltar en el cristiano.
La confianza: “ No se angustien por nada”, es decir estar seguro de Dios y
abandonarse en Dios no es indigno del hombre, no es un refugiarse en un mundo
irreal, sino que forma parte de la verdadera sabiduría, porque “ el Señor protege el
camino de los justos” (l Sm 2,9). Además Pablo, nos da la receta de como
abandonarnos en el Señor; “en cualquier circunstancia, recurran a la oraci￳n y a la
súplica, acompa￱adas de acci￳n de gracias, para presentar sus peticiones a Dios” .
La paz, es el resultado de cuanto precede. De las escasas palabras de Pablo se deduce
que la paz no es ausencia de preocupaciones, sino fruto del poder de Dios, que guarda
el corazón y pensamientos de los creyentes en Cristo Jesús; “Entonces la paz de Dios,
que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los
pensamientos de ustedes en Cristo Jesús”. La verdadera paz no es superficial, sino
que se afianza en el hombre ahí donde decide por sí mismo, en la mente y el corazón,
y, de este modo, también sus acciones y relaciones serán acciones y relaciones de paz.
9. EVANGELIO
En este Evangelio, típico de Adviento, nos encontramos con las palabras de Juan
Bautista, colocado por el Señor como su heraldo inmediato para preparar sus caminos.
El mensaje es sobre la conversión: Nuestro cambio de mente y de corazón para
volvernos aptos y poder recibir la gracia de Jesús en Navidad. La conversión implica
acto y decisiones concretas como vemos en las respuestas prácticas con que responde
a las preguntas de la gente.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 3, 2-3. 10-18
Dios dirigió su palabra a Juan Bautista, el hijo de Zacarías, que estaba en el
desierto. Este comenzó a recorrer toda la región del río Jordán, anunciando un
bautismo de conversión para el perdón de los pecados. La gente le preguntaba:
“﾿Qué debemos hacer entonces?” Él les respondía: -El que tenga dos túnicas, dé
una al que no tiene; y el que tenga qué comer, haga otro tanto-. Algunos publicanos
vinieron también a hacerse bautizar y le preguntaron: “Maestro, ﾿qué debemos
hacer?” Él les respondió: -No exijan más de lo estipulado-’. A su vez, unos soldados
le preguntaron: “Y nosotros, ﾿qué debemos hacer?” Juan les respondi￳: -No
extorsionen a nadie, no hagan falsas denuncias y conténtense con su sueldo-. Como
el pueblo estaba a la expectativa y todos se preguntaban si Juan no sería el Mesías,
él tomó la palabra y les dijo a todos: -Yo los bautizo con agua, pero viene uno que es
más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de sus
sandalias; El los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego. Tiene en su mano la
horquilla para limpiar su era y recoger el trigo en su granero. Pero consumirá la
paja en el fuego inextinguible-. Y por medio de muchas otras exhortaciones,
anunciaba al pueblo la Buena Noticia.
Palabra del Señor.
10. JUAN BAUTISTA, EL HIJO DE ZACARÍAS, QUE ESTABA EN EL
DESIERTO.
La aparición de Juan predicando es un momento de gran importancia, Lucas lo pone
viviendo en los desiertos: “ El niño crecía y su espíritu se fortalecía; vivió en los
desiertos hasta el día de su manifestaci￳n a Israel.” (Lucas 1,80 ). Allí se preparó en
la austeridad y penitencia para su misión sobrenatural. Una moción especial le hizo
comprender que el momento de su actuación había llegado.
Juan actúa en el “desierto de Judea.” Este desierto, es una zona abrupta, pedregosa y
estéril. Como a este lugar difícilmente podrían ir a buscarle las multitudes de que
habla el evangelio, Lucas da la explicaci￳n. “Vino — dice — por toda la región del
Jordán, predicando el bautismo de penitencia”. En ella abundan los poblados. Juan era
un predicador “volante.” ( Biblia Nácar-Colunga)
En la elecci￳n del “desierto” para esta preparaci￳n influy￳ una raz￳n de tipo
ambiental. Los documentos de Qumrán nos aclaran que esta comunidad se había
retirado al desierto precisamente para esperar allí la hora mesiánica. Dice la Regla de
la comunidad: “De acuerdo con estas determinaciones, se alejarán de los hombres
impíos para ir al desierto y preparar allí el camino de El (Dios), como está
escrito: “En el desierto, preparad el camino del Señor, allanad en la estepa el
sendero a nuestro Dios”.
11. ESTE COMENZÓ A RECORRER TODA LA REGIÓN DEL RÍO JORDÁN
Juan, sin embargo, ejercía su actividad por toda la región del Jordán, anunciando un
bautismo de conversión para el perdón de los pecados. Esto provocó un gran
movimiento de masas, pues “venían a él de Jerusalén, y de toda la Judea, y de toda la
región del Jordán” (Mt 3:5; Mc 1:5). Y el cuarto evangelista añade que llegó hasta
Betania, en Transjordania (Jn 1:28) y Ainon (Jn 3:23).
Eran razones de apostolado y de conveniencia para ejercer el bautismo en
determinados lugares. Posiblemente las crecidas del Jordán le llevaban a determinados
vados, que se prestaban mejor para ejercer estos bautismos de inmersión, como en el
caso de Ainón: “Juan también estaba bautizando en Ain￳n, cerca de Salim, porque
había allí mucha agua, y la gente acudía y se bautizaba.” (Juan 3:23).
12. LA GENTE LE PREGUNTABA: ¿QUÉ DEBEMOS HACER ENTONCES?
La gente, grupos especialmente impresionados, dispuestos a una renovación
verdadera, preguntan “﾿Qué debemos hacer entonces?” para prepararse al reino y el
respondía; “El que tenga dos túnicas, dé una al que no tiene; y el que tenga qué
comer, haga otro tanto”. La respuesta es la religiosidad verdadera: las obras que
acusen un deseo de Dios verdadero. Era la predicaci￳n de los profetas: “repartir
vestido y alimento: las obras de misericordia. La frase evoca bien un pasaje de
Isaías; ¿No será partir al hambriento tu pan, y a los pobres sin hogar recibir en casa?
¿Que cuando veas a un desnudo le cubras, y de tu semejante no te apartes?” (Isaías
58:7).
También vienen a su bautismo; Algunos publicanos vinieron también a hacerse
bautizar”. Estos eran especialmente odiados, sobre todo si eran judíos, como
coautores de la opresión romana del pueblo teocrático. Tenían que cobrar los
impuestos exigidos por la autoridad intrusa. Pero frecuentemente pagaban una
cantidad alzada de antemano y luego ellos se resarcían en abundancia. Por eso les
condena el abuso de estas extorsiones, engañando incluso a los más simples, con unas
tarifas no siempre bien precisadas: “Zaqueo, puesto en pie, dijo al Se￱or: Daré,
Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le
devolveré el cuádruplo” (Lucas 19,8-9).
Hubo también; “A su vez, unos soldados y le preguntaron: “Y nosotros, ﾿qué
debemos hacer?” Los dependientes del procurador eran judíos. Estos estaban exentos
allí del servicio militar. Podrían ser tropas de Antipas. Pero, por la censura que les
hace, se pensaría en soldados, incluso reclutados entre los judíos, como un cierto
cuerpo policial, para prestar ayuda a estos “publícanos.” De ahí el pedirles; “No
extorsionen a nadie, no hagan falsas denuncias y conténtense con su sueldo”, esto
es , que no hagan “extorsi￳n” a nadie, en complicidad con “publícanos.” Como éstos
podían denunciar las infracciones, y en complicidad con estos soldados, que no
calumnien, ya que siempre tendrían un especial crédito oficial. Pero, además,
conténtense con su sueldo”. No eran infrecuentes las exigencias de las gentes de
armas mercenarias exigiendo alzas de soldadas. Que se contenten con lo justo y que
no apelen al abuso de su fuerza. La elaboraci￳n de estas “exhortaciones” es
perceptible. Dentro del “cambio de mente,”
13. LA FIGURA DEL BAUTISTA CAUSÓ UNA GRAN CONMOCIÓN EN
ISRAEL.
Hasta Joséfo (Historiador Judío) se hace eco de ella, diciendo que Antipas “temi￳ la
grande autoridad de aquel hombre.” Hubo un momento en que las gentes pensaron,
ante aquella figura ascética y profética que anunciaba la llegada inminente del Reino,
si él mismo no sería el Mesías. Es Lucas, de los sinópticos, el único que da la razón de
esta confesión de humildad del Bautista ante lo que era Cristo. El mismo Sanedrín de
Jerusalén le envió una representación para que dijese si era él el Mesías: Y este fue el
testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron donde él desde Jerusalén sacerdotes y
levitas a preguntarle: -¿Quién eres tú?- (Juan 1,19).
14. “EL LOS BAUTIZARÁ EN EL ESPÍRITU SANTO Y EN EL FUEGO”
“Yo los bautizo con agua, pero viene uno que es más poderoso que yo, y yo ni
siquiera soy digno de desatar la correa de sus sandalias”; el Bautista declara que él
s￳lo es un “esclavo,” pues él no es digno de ejercer con El, el oficio de los esclavos:
desatar la correa de sus sandalias” ” Además, su bautismo es en “agua” pero el del
Mesías es “en el fuego.”
Ante esta expectación del pueblo, Juan confiesa quién es él y quién es Cristo y lo hace
con triple confesión:
La primera es que; “Yo los bautizo con agua” Era superficial, excitante a la
penitencia, pero sin eficacia sacramental santificadora El de Cristo es en “ Espíritu
Santo y fuego”. La lectura es, sin duda, primitiva. “Fuego,” la gran purificaci￳n ritual
y profunda en la Ley. “En Espíritu Santo” es, seguramente, una adici￳n
explicativa. “El los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego”. Él os bautizará en
Espíritu Santo, que es un fuego devorador, santificador, capaz de consumir todas las
impurezas y de santificar las almas purificadas. Era el bautismo de los días mesiánicos
según la profecía de Joel (2:28-30). Cristo, que bautizará así, es el Mesías. Pero,
además, Yahvé (Dios) es en el A.T. quien derrama el Espíritu Santo (Is 44:3); por eso
Cristo, al ejercer las funciones reservadas a Dios, es nueva sugerencia de su divinidad.
En la segunda confesi￳n, Juan se proclama servidor y “esclavo” de Cristo. El llevar las
“sandalias” o “desatar sus correas” es funci￳n de esclavos, como se lee en los escritos
rabínicos. La raz￳n es que tras él, viene “uno más fuerte”. Aquí, en funci￳n se
expresa al Juez escatológico — Mateo también lo describe así — y al gran Liberador.
Se está en el comienzo “escatol￳gico.”
En la tercera Juan señala que Cristo es el Señor, con esa alegoría tomada de la vida
real palestina y usada por los profetas, el Juez que criba y juzga las conductas de los
hombres, bien de Israel, bien de todo el mundo. “Tiene en su mano la horquilla para
limpiar su era y recoger el trigo en su granero”
Como Mateo, Lucas pone la alegoría de la “era,” con lo que declara la grandeza de
Cristo en la obra de su Reino, como juez de los hombres, que da destinos eternos. Esta
función de juez de los hombres en el Antiguo Testamento estaba reservada a Dios.
Lucas presenta, a la hora de la composición de su evangelio, a Cristo como Dios.
De la pregunta “﾿Qué debemos hacer entonces?” , pasamos a la pregunta “﾿Quién
nos puede salvar?”. El Bautista remite -más allá de sí mismo- “ viene uno que es más
poderoso que yo” aquel que viene, es el único que podrá cambiar la vida vieja,
quemando la paja y regalando el Espíritu. “El los bautizará en el Espíritu Santo y en
el fuego”.
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
TERCER DOMINGO DE ADVIENTO CICLO C
Publicado en este link: PALABRA DE DIOS
Fuentes Bibliográficas: Biblia Nácar Colunga y Biblia de Jerusalén
Algunos conceptos están tomados de los comentarios a los Evangelios por Manuel de Tuya, O. P.
Biblia Comentada, Adaptación Pedagógica: Dr. Carlos Etchevarne, Bach. Teol.
Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd.
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