Humildad y sencillez en Navidad.
2012-12-25
Evangelio
Del santo Evangelio según san Lucas 2, 1-14
Por aquellos días, se promulgó un edicto de César Augusto, que ordenaba un censo
de todo el imperio. Este primer censo se hizo cuando Quirino era gobernador de
Siria. Todos iban a empadronarse, cada uno en su propia ciudad; así es que
también José, perteneciente a la casa y familia de David, se dirigió desde la ciudad
de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, llamada Belén, para empadronarse,
juntamente con María, su esposa, que estaba encinta.
Mientras estaban ahí, le llegó a María el tiempo de dar a luz y tuvo a su hijo
primogénito; lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no hubo
lugar para ellos en la posada.
En aquella región había unos pastores que pasaban la noche en el campo, vigilando
por turno sus rebaños. Un ángel del Señor se les apareció y la gloria de Dios los
envolvió con su luz y se llenaron de temor. El ángel les dijo: «No teman. Les traigo
una buena noticia, que causará gran alegría a todo el pueblo: hoy les ha nacido, en
la ciudad de David, un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Esto les servirá de
señal: encontrarán al niño envuelto en pañales y recostado en un pesebre».
De pronto se le unió al ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios,
diciendo: «¡Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena
voluntad!». Palabra del Señor.
Oración introductoria
Gracias, Señor, por esta Navidad. Creo que te hiciste niño para redimirme y
mostrarme el amor de Dios Padre. Hoy, como aquellos pastores de Belén, me
anuncias la gran noticia: «hoy ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor», ilumina
mi oración para saber contemplar este maravilloso misterio de amor.
Petición
Dame la gracia de ir a tu encuentro en esta oración, con las mismas disposiciones
que tuvieron los pastores: humildad y aperture
Meditación
Humildad y sencillez en Navidad.
«Todo eso no tiene nada de sensiblería. Precisamente en la nueva experiencia de la
realidad de la humanidad de Jesús se revela el gran misterio de la fe. Francisco
amaba a Jesús, al niño, porque en este ser niño se le hizo clara la humildad de
Dios. Dios se ha hecho pobre. Su Hijo ha nacido en la pobreza del establo. En el
niño Jesús, Dios se ha hecho dependiente, necesitado del amor de personas
humanas, a las que ahora puede pedir su amor, nuestro amor. La Navidad se ha
convertido hoy en una fiesta de los comercios, cuyas luces destellantes esconden el
misterio de la humildad de Dios, que nos invita a la humildad y a la sencillez.
Roguemos al Señor que nos ayude a atravesar con la mirada las fachadas
deslumbrantes de este tiempo hasta encontrar detrás de ellas al niño en el establo
de Belén, para descubrir así la verdadera alegría y la verdadera luz» (Benedicto
XVI, 24 de diciembre de 2011).
Reflexión apostolic
«En Cristo, Dios Padre nos comunica toda la verdad y todo su amor, y nos permite
conocer que Él es nuestro Padre. Por tanto, toda la espiritualidad cristiana tiene su
origen y fundamento en este amor de Dios Padre al hombre y en esta filiación
divina» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 138).
Propósito
Con una alegre creatividad, celebrar la Navidad con auténtico espíritu cristiano.
Diálogo con Cristo
Jesús, contemplar el misterio de la Navidad me confirma el gran amor que tienes
por cada uno de nosotros. Me doy cuenta de que Tú viniste al mundo para amar y
para enseñarme a amar. Ayúdame a vivir como Tú en la entrega generosa y
delicada a los demás, que mi actitud sea como la de los pastores, que corra
presuroso a procurar el bien en todos y en cada uno de los miembros de mi familia.
«No dejen que Cristo, recién nacido en sus almas, vaya a morir. Es necesario que le
hagan crecer»
( Cristo al centro, n.317).