Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo de Navidad
29 de Diciembre
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Quien ama a su hermano permanece en la luz * Alégrese
el cielo, goce la tierra. * Luz para alumbrar a las naciones
Textos para este día:
1 Juan 2,3-11:
Queridos hermanos: En esto sabemos que conocemos a Jesús: en que guardamos
sus mandamientos. Quien dice: "Yo le conozco", y no guarda sus mandamientos, es
un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente
el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud. En esto conocemos que estamos en
él. Quien dice que permanece en él debe vivir como vivió él.
Queridos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que
tenéis desde el principio. Este mandamiento antiguo es la palabra que habéis
escuchado. Y, sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo -lo cual es
verdadero en él y en vosotros-, pues las tinieblas pasan, y la luz verdadera brilla
ya. Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano está aún en las tinieblas.
Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza. Pero quien aborrece a
su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe a dónde va,
porque las tinieblas han cegado sus ojos.
Salmo 95:
Cantad al Señor un cántico nuevo, / cantad al Señor, toda la tierra; / cantad al
Señor, bendecid su nombre. R.
Proclamad día tras día su victoria. / Contad a los pueblos su gloria, / sus maravillas
a todas las naciones. R.
El Señor ha hecho el cielo; / honor y majestad lo preceden, / fuerza y esplendor
están en su templo. R.
 
Lucas 2,22-35:
Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de
Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito
en la ley del Señor: "Todo primogénito varón será consagrado al Señor", y para
entregar la oblación, como dice la ley del Señor: "un par de tórtolas o dos
pichones."
Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso,
que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había
recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al
Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Cuando entraban con el
niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en
brazos y bendijo a Dios diciendo: "Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a
tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has
presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu
pueblo Israel."
Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los
bendijo, diciendo a María su madre: "Mira, éste está puesto para que muchos en
Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la
actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma."
Homilía
Temas de las lecturas: Quien ama a su hermano permanece en la luz * Alégrese
el cielo, goce la tierra. * Luz para alumbrar a las naciones
1. Ofertas de Luz
1.1 Las lecturas de hoy van unidas en el tema de la luz. El que está en Cristo tiene
luz porque Cristo mismo es la luz. ¿Qué significa esto para nosotros?
1.2 Es interesante al respecto recordar que los cristianos llamaban "iluminación" a
la recepción del bautismo: era entendido este sacramento como entrar en la luz.
1.3 Mas luego llegaron otras ofertas de luz. En el siglo XVIII se llamó "oscura" a la
época en que la fe tenía preponderancia social y presencia académica. El tiempo
entre el humanismo griego y el humanismo renacentista fue considerado una época
"sombría," de modo que ser bautizado y público creyente fue considerado
"oscurantismo." Los pensadores que estas cosas decían llamaron a su propio
tiempo "iluminación," o, como es conocido más comúnmente, "ilustración."
1.4 La luz vuelve a ser tema en la Nueva Era. En multitud de metáforas y
sugestivas imágenes la Nueva Era nos quiere invitar a acoger la luz, pero esta vez
se trata de una luz que ya no predica la sola (y "fría") racionalidad sino que anuncia
una especie de experiencia espiritual, de fusión con el cosmos o de conexión con
potencias celestiales o mensajeros de sabiduría.
1.5 En el ambiente esotérico es común hablar de los "grandes maestros" (entre los
que estaría el mismo Cristo) y presentarlos como ejemplos de verdaderos
"iluminados." Según estos "nuevaeristas," la iluminación viene a través de la
meditación, la superación o anulación del ego, y otras cosas que en realidad
pretenden superar los males del racionalismos egocéntrico de la Modernidad, es
decir, de la anterior Iluminación o Ilustración.
2. La Nueva Era Es Todo, Menos Nueva
2.1 La Primera Carta de Juan ya tuvo que tratar el tema de la gente que se creía
muy iluminada pero que llevaba una vida oscura. Lo básico es que la vida tiene que
resplandecer, y que una luz que se queda en el nivel del conocimiento no es luz
verdadera.
2.2 El racionalismo de la Ilustración o las experiencias mentales de la Nueva Era
suceden en el nivel del intelecto, esto es, de la mente entendida como superior o
independiente de la realidad temporal y corporal que tenemos. La razón endiosada
o el cerebro recargado de sensaciones densas se suponen superiores a la vida que
transcurre más allá de la reflexión o el conocimiento. El texto de hoy va
exactamente en contra de ese modo de ver las cosas.
2.3 Frente a los que se enorgullecían de su conocimiento (que en griego se dice
"gnosis") Juan pronuncia una palabra clara: ¿cómo está tu vida? Y la vida se refleja
en criterios visibles: los mandamientos, no sólo en el sentido de los Diez
Mandamientos, que no quedan excluidos, sino en el sentido amplio de conformidad
con el querer divino. Y en cuanto ese querer significa vida y salvación para mi
hermano, tener luz es estar en camino de anunciar y comunicar vida, amor,
salvación a mi hermano.
Fr. Nelson Medina, O.P.