Comentario al evangelio del Lunes 31 de Diciembre del 2012
Queridos amigos y amigas:
Seguro que muchos hoy exclaman… uffff, por fin se acaba este 2012. Y es que este año para muchas
personas ha supuesto enfrentarse a duros problemas y dificultades. La realidad de la crisis que en este
país ya se prolonga cinco años va dejando escandalosamente a muchos heridos en la cuneta del
camino, y cuanto más tiempo pasa más personas se enfrentan con situaciones de precariedad y pobreza.
Algunos vaticinan que el 2013 será peor, no lo sabemos, pero el paso de esta frontera del 2012 parece
como si lo que viene se disfrazara de nueva oportunidad, aunque la crisis que vivimos siga haciendo
mella en la vida de las personas. Lo que pensábamos que era ya un logro conseguido se nos tambalea.
Esperemos que este nuevo año no sea tan malo como algunos vaticinan y nos dé a todos un respiro.
En este contexto, me resultan estremecedoras las palabras de la primera lectura: "Habéis oído que iba a
venir un anticristo; pues bien, muchos anticristos han aparecido, por lo cual nos damos cuenta que es el
momento final. Salieron de entre nosotros, pero no eran de los nuestros". No creo que en esta película
del año 2012 podamos adjudicar el papel de anticristo, sin más ni más, a algún personaje concreto, y
luego quedarnos tan tranquilos como los "buenos" del reparto. Anticristo es toda realidad que no se
abre al misterio de Dios, que lucha contra su enviado; puede que cada uno de nosotros: "La luz brilla
en la tiniebla y la tiniebla no la recibió".
No adelantamos mucho cargando más las tintas. Si hay algún mensaje con el cual merezca la pena
cerrar este año es el que nos ofrece el evangelio de Juan: "A cuantos recibieron (la Palabra) les da
poder para ser hijos de Dios... Estos no han nacido de sangre ni de amor carnal, ni de amor humano,
sino de Dios".
Reconozcamos toda la gracia recibida durante este año que termina. Entreguemos a Dios este año 2001
y dispongámonos a comenzar uno nuevo. ¡Feliz 2013!
Vuestro amigo:
Fernando González
Fernando González