Comentario al evangelio del Martes 08 de Enero del 2013
Queridos amigos:
Dicen algunos exegetas que Marcos no entendió el significado de la multiplicación de los panes. Si yo
tampoco doy con él, espero que me disculpen los estudiosos, y también los que os asomáis fielmente a
este rincón para recoger una semilla de palabra. Haré cinco o seis aproximaciones, y confío en que
algún intento se acerque más al blanco.
1) Jesús realiza un gran signo. Los "milagros" del evangelio no son hechos apabullantes, ostentosos,
grandilocuentes: Jesús es reacio al exhibicionismo. A veces son hechos muy menudos y humildes. Y
son reales, no tienen nada de magia blanca, menos aún de hechicería. Son respuesta a necesidades
humanas; pero respuesta ajena a toda mezquindad. En especial, banquete y abundancia se reclaman
mutuamente. Recuerdo un diálogo reciente con un amigo: "¿Dónde has estado? - De boda. - Y ¿quién
se casaba? - La hija de un familiar. - ¿Qué tal el banquete? - ¡Para qué hablar! Tú me dirás qué clase de
banquete de bodas es ése en que el padrino no reparte puros entre los invitados".
2) Jesús realiza el milagro después de haber instruido con calma a la gente. Recordamos la sentencia
del evangelio de Mateo: "buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás se os dará por
añadidura". También nosotros acompañamos las grandes eucaristías con banquetes comunitarios.
3) Jesús convoca al Israel definitivo de Dios. El banquete es el gran signo de esta convocación. Porque
todo banquete requiere co-mensales, o sea, personas que se sientan a la misma mesa, gente que
comparte los manjares. Somos el pueblo que comparte los dones escatológicos comunes que Dios
vuelca en los tiempos finales.
4) Juan dará un sentido cristológico a este acontecimiento: a través del signo, Jesús revela que Él es el
pan de vida. El símbolo del banquete lleva del orden de las necesidades al orden del deseo, de la
satisfacción física al encuentro místico.
5) Se insinúa un sentido eucarístico en un punto clave del texto: "tomó..., alzó la mirada al cielo,
pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos para que los sirvieran".
Vuestro amigo:
Pablo
Pablo Largo, cmf