EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Miércoles de tiempo de Navidad después de la Epifanía del Señor
Epístola I de San Juan 4,11-18.
Queridos míos, si Dios nos amó tanto, también nosotros debemos amarnos los unos
a los otros.
Nadie ha visto nunca a Dios: si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece
en nosotros y el amor de Dios ha llegado a su plenitud en nosotros.
La señal de que permanecemos en él y él permanece en nosotros, es que nos ha
comunicado su Espíritu.
Y nosotros hemos visto y atestiguamos que el Padre envió al Hijo como Salvador
del mundo.
El que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, permanece en Dios, y Dios permanece
en él.
Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios es
amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios, y Dios permanece en él.
La señal de que el amor ha llegado a su plenitud en nosotros, está en que tenemos
plena confianza ante el día del Juicio, porque ya en este mundo somos semejantes
a él.
En el amor no hay lugar para el temor: al contrario, el amor perfecto elimina el
temor, porque el temor supone un castigo, y el que teme no ha llegado a la
plenitud del amor.
Salmo 72(71),2.10-11.12-13.
Para que gobierne a tu pueblo con justicia
y a tus pobres con rectitud.
Que los reyes de Tarsis y de las costas lejanas
le paguen tributo.
Que los reyes de Arabia y de Sebá
le traigan regalos;
que todos los reyes le rindan homenaje
y lo sirvan todas las naciones.
Porque él librará al pobre que suplica
y al humilde que está desamparado.
Tendrá compasión del débil y del pobre,
y salvará la vida de los indigentes.
Evangelio según San Marcos 6,45-52
En seguida, Jesús obligó a sus discípulos a que subieran a la barca y lo precedieran
en la otra orilla, hacia Betsaida, mientras él despedía a la multitud.
Una vez que los despidió, se retiró a la montaña para orar.
Al caer la tarde, la barca estaba en medio del mar y él permanecía solo en tierra.
Al ver que remaban muy penosamente, porque tenían viento en contra, cerca de la
madrugada fue hacia ellos caminando sobre el mar, e hizo como si pasara de largo.
Ellos, al verlo caminar sobre el mar, pensaron que era un fantasma y se pusieron a
gritar,
porque todos lo habían visto y estaban sobresaltados. Pero él les habló enseguida y
les dijo: "Tranquilícense, soy yo; no teman".
Luego subió a la barca con ellos y el viento se calmó. Así llegaron al colmo de su
estupor,
porque no habían comprendido el milagro de los panes y su mente estaba
enceguecida.
Comentario del Evangelio por:
Odas de Salomón (texto cristiano hebraico de principio de siglo II)
N° 7
“Paz a vosotros, no temáis, soy yo”
Mi alegría es el Señor y mi impulso va hacia Él,
la ruta es bella, porque tengo quien me auxilia, el Señor.
Él me ha dejado conocerlo por completo, sin reparos, sencillamente,
y con bondad se ha despojado de Grandeza.
Él se ha hecho como yo
a fin de que yo pudiera conocerlo:
Por el aspecto se hizo semejante a mí
para que así yo pudiera revestirme de Él.
Y por eso no temblé cuando lo ví,
porque Él fue bondadoso conmigo.
Se hizo según mi naturaleza
para que yo pudiera aprender de Él,
y tomó una forma semejante a la mía
con tal de que no me alejara de Él.
El Padre de todo Conocimiento
es también la Palabra del Conocimiento,
quien creó toda Sabiduría es más sabio que sus obras.
Él que me ha creado, cuando aún yo no existía todavía,
ya sabía lo que yo iba a hacer cuando existiera.
Por eso se apiadó de mí, y en su infinita misericordia
me concedió pedirle y beneficiarme de su sacrificio.
Porque Él permanece incorruptible por todas las generaciones.
Él se ha entregado a sí mismo
para ser visto por aquellos que son suyos,
para que ellos puedan reconocer a Aquel que los Creó,
y no imaginaran que venían de ellos mismos.
Para alcanzar su Conocimiento
Él nos ha señalado un camino,
y lo ha extendido y ensanchado
para traer a todos la Perfección,
Y ha puesto en él señales de su Luz,
y yo he caminado en este camino
desde el principio y lo haré hasta el fin.
Por Él fue forjado, y Él descansaba en el Hijo,
y para Su Salvación proveerá de todo.
Y el Altísimo será reconocido
a través de sus Santos,
para anunciar a los que le hacen canciones la venida del Señor:
Para que ellos vayan delante a reunirse con Él,
y puedan cantarle con alegría y con el arpa de muchos tonos:
Los profetas vendrán antes de Él y serán vistos primero,
Ellos alabarán al Señor por Su Amor:
por que Él está cerca y es posible contemplarlo,
Y el odio será arrancado de la tierra,
y será ahogado junto con la envidia.
Pues la ignorancia ha sido destruida,
gracias al Conocimiento del Señor que ha llegado.
Aquellos quienes hacen melodías cantarán la Gracia del Señor Altísimo,
y traerán sus voces, y sus corazones serán como el día,
y bello como la excelsa belleza del Señor será su cantar,
y nadie ni nada que respire carecerá de conocerle
y nadie será privado de voz,
porque Él ha dado una boca a su Creación,
para que sus voces se dirijan a Él y lo alaben.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”