EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Fiesta del Bautismo del Señor
Libro de Isaías 40,1-5.9-11.
¡Consuelen, consuelen a mi Pueblo, dice su Dios!
Hablen al corazón de Jerusalén y anúncienle que su tiempo de servicio se ha
cumplido, que su culpa está paga, que ha recibido de la mano del Señor doble
castigo por todos sus pecados.
Una voz proclama: ¡Preparen en el desierto el camino del Señor, tracen en la
estepa un sendero para nuestro Dios!
¡Que se rellenen todos los valles y se aplanen todas las montañas y colinas; que las
quebradas se conviertan en llanuras y los terrenos escarpados, en planicies!
Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán juntamente,
porque ha hablado la boca del Señor.
Súbete a una montaña elevada, tú que llevas la buena noticia a Sión; levanta con
fuerza tu voz, tú que llevas la buena noticia a Jerusalén. Levántala sin temor, di a
las ciudades de Judá: "¡Aquí está su Dios!".
Ya llega el Señor con poder y su brazo le asegura el dominio: el premio de su
victoria lo acompaña y su recompensa lo precede.
Como un pastor, él apacienta su rebaño, lo reúne con su brazo; lleva sobre su
pecho a los corderos y guía con cuidado a las que han dado a luz.
Salmo 104(103),1b-2.3-4.24-25.27-28.29-30.
y te envuelves con un manto de luz.
Tú extendiste el cielo como un toldo
y construiste tu mansión sobre las aguas.
Las nubes te sirven de carruaje y avanzas en alas del viento.
Usas como mensajeros a los vientos,
y a los relámpagos, como ministros.
¡Qué variadas son tus obras, Señor!
¡Todo lo hiciste con sabiduría,
la tierra está llena de tus criaturas!
Allí está el mar, grande y dilatado, donde se agitan,
en número incontable, animales grandes y pequeños.
Todos esperan de ti que les des la comida a su tiempo:
se la das, y ellos la recogen; abres tu mano, y quedan saciados.
Si escondes tu rostro, se espantan;
si les quitas el aliento, expiran y vuelven al polvo.
Si envías tu aliento, son creados,
y renuevas la superficie de la tierra.
Carta de San Pablo a Tito 2,11-14.3,4-7.
Porque la gracia de Dios, que es fuente de salvación para todos los hombres, se ha
manifestado.
Ella nos enseña a rechazar la impiedad y los deseos mundanos, para vivir en la vida
presente con sobriedad, justicia y piedad,
mientras aguardamos la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria de nuestro
gran Dios y Salvador, Cristo Jesús.
El se entregó por nosotros, a fin de librarnos de toda iniquidad, purificarnos y crear
para sí un Pueblo elegido y lleno de celo en la práctica del bien.
Pero cuando se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor a los
hombres,
no por las obras de justicia que habíamos realizado, sino solamente por su
misericordia, él nos salvó, haciéndonos renacer por el bautismo y renovándonos por
el Espíritu Santo.
Y derramó abundantemente ese Espíritu sobre nosotros por medio de Jesucristo,
nuestro Salvador,
a fin de que, justificados por su gracia, seamos en esperanza herederos de la Vida
eterna.
Evangelio según San Lucas 3,15-16.21-22.
Como el pueblo estaba a la expectativa y todos se preguntaban si Juan no sería el
Mesías,
él tomó la palabra y les dijo: "Yo los bautizo con agua, pero viene uno que es más
poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de sus sandalias;
él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego.
Todo el pueblo se hacía bautizar, y también fue bautizado Jesús. Y mientras estaba
orando, se abrió el cielo
y el Espíritu Santo descendió sobre él en forma corporal, como una paloma. Se oyó
entonces una voz del cielo: "Tú eres mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta
toda mi predilección".
Comentario del Evangelio por
San Juan Crisóstomo (c 345-407), sacerdote en Antioquía, después obispo
de Constantinopla, doctor de la Iglesia
Homilía sobre el evangelio de Mateo, n° 12; PG 57, 201
“El Espíritu Santo descendió sobre Jesús en forma de paloma”
Consideremos el gran milagro que se produjo después del bautismo del
Salvador; es el preludio de los que iban a venir. No se abre el antiguo Paraíso, sino
el mismo cielo: " tan pronto como Jesús fue bautizado, se abrieron los cielos " (Mt
3,16). ¿Por qué razón, pues, se abren los cielos?—Para que os deis cuenta que
también en vuestro bautismo se abre el cielo, os llama Dios a la patria de arriba y
quiere que no tengáis ya nada de común con la tierra... Sin embargo, aun cuando
ahora no se den esos signos sensibles, nosotros aceptamos lo que ellos pusieron
una vez de manifiesto.
La paloma apareció entonces para señalar como con el dedo a los allí presentes y
a Juan mismo, que Jesús era Hijo de Dios. Más no sólo para eso, sino para que tú
también adviertas que en tu bautismo viene también sobre ti el Espíritu Santo. Pero
ahora ya no necesitamos de visión sensible, pues la fe nos basta totalmente.
Pero ¿por qué apareció el Espíritu Santo en forma de paloma? —Porque la
paloma es un ave mansa y pura. Como el Espíritu Santo es espíritu de
mansedumbre aparece bajo la forma de paloma. La paloma por otra parte, nos
recuerda también la antigua historia. Porque bien sabéis que cuando nuestro linaje
sufrió el naufragio universal y estuvo a punto de desaparecer, apareció la paloma
para señalar el final de la tormenta, y, llevando un ramo de olivo, anunció la buena
nueva de la paz sobre toda la tierra. Todo lo cual era figura de lo por venir... Y, en
efecto, cuando entonces las cosas habían llegado a un estado de desesperación,
todavía hubo solución y remedio.
Lo que llegó en otro tiempo por el diluvio de las aguas, llega hoy como por un
diluvio de gracia y de misericordia... No es tan solo a un hombre, a quien la paloma
llama a salir del arca para repoblar la tierra: atrae a todos los hombres hacia el
cielo. En lugar de una rama de olivo, trae a los hombres la dignidad de su adopción
como niños de Dios.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”