EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Martes de la primera semana del tiempo ordinario
Carta a los Hebreos 2,5-12.
Porque Dios no ha sometido a los ángeles el mundo venidero del que nosotros
hablamos.
Acerca de esto, hay un testimonio que dice: ¿Qué es el hombre para que te
acuerdes de él, el ser humano para que te ocupes de él?
Por poco tiempo lo pusiste debajo de los ángeles y lo coronaste de gloria y
esplendor.
Todo lo sometiste bajo sus pies. Si Dios le ha sometido todas las cosas, nada ha
quedado fuera de su dominio. De hecho, todavía no vemos que todo le está
sometido.
Pero a aquel que fue puesto por poco tiempo debajo de los ángeles, a Jesús, ahora
lo vemos coronado de gloria y esplendor, a causa de la muerte que padeció. Así,
por la gracia de Dios, él experimentó la muerte en favor de todos.
Convenía, en efecto, que aquel por quien y para quien existen todas las cosas, a fin
de llevar a la gloria a un gran número de hijos, perfeccionara, por medio del
sufrimiento, al jefe que los conduciría a la salvación.
Porque el que santifica y los que son santificados, tienen todos un mismo origen.
Por eso, él no se avergüenza de llamarlos hermanos,
cuando dice: Yo anunciaré tu Nombre a mis hermanos, te alabaré en medio de la
asamblea.
Salmo 8,2a.5.6-7.8-9.
¡Señor, nuestro Dios,
qué admirable es tu Nombre en toda la tierra!
Quiero adorar tu majestad sobre el cielo:
¿qué es el hombre para que pienses en él,
el ser humano para que lo cuides?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y esplendor;
le diste dominio sobre la obra de tus manos,
todo lo pusiste bajo sus pies:
todos los rebaños y ganados,
y hasta los animales salvajes;
las aves del cielo, los peces del mar
y cuanto surca los senderos de las aguas.
Evangelio según San Marcos 1,21b-28.
Entraron en Cafarnaún, y cuando llegó el sábado, Jesús fue a la sinagoga y
comenzó a enseñar.
Todos estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba como quien
tiene autoridad y no como los escribas.
Y había en la sinagoga un hombre poseído de un espíritu impuro, que comenzó a
gritar:
"¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros?
Ya sé quién eres: el Santo de Dios".
Pero Jesús lo increpó, diciendo: "Cállate y sal de este hombre".
El espíritu impuro lo sacudió violentamente y, dando un gran alarido, salió de ese
hombre.
Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a otros: "¿Qué es esto?
¡Enseña de una manera nueva, llena de autoridad; da órdenes a los espíritus
impuros, y estos le obedecen!".
Y su fama se extendió rápidamente por todas partes, en toda la región de Galilea.
Comentario del Evangelio por:
San Jerónimo (c 347-420), sacerdote, traductor de la biblia al latín, doctor
de la Iglesia
Homilía sobre el evangelio de Marcos, nº 2; PLS 2, 125s, SC 494
“¡Silencio! ¡Sal de este hombre!”
“Jesús increpó al demonio diciendo: 'ᄀCállate y sal de este hombre!'”La Verdad
no tiene ninguna necesidad del testimonio del Mentiroso... “No tengo ninguna
necesidad del reconocimiento de aquel que consagro al desgarramiento. ¡Cállate!
Que mi gloria estalle en tu silencio. No quiero que sea tu voz la que me elogie, sino
tus tormentos; porque tu desgarramiento es mi triunfo... ¡Cállate y sal de este
hombre!”. Es como si dijera: “Sal de mi casa, ﾿qué haces tu bajo mi techo? Soy yo
quien quiere entrar: entonces, cállate y sal de este hombre, del hombre, este ser
dotado de razón. Deja esta morada preparada a mi intención. El Señor desea su
casa: sal de este hombre”...
Ved hasta que punto es preciosa el alma del hombre. Esto va dirigido a los que
piensan que nuestra alma y la de los animales son idénticas y que estamos dotados
de un mismo espíritu. En otro pasaje, el demonio es expulsado de un solo hombre y
es enviado a dos mil cerdos (Mt 8,32); el espíritu precioso se opone al espíritu vil,
uno es salvado, el otro se pierde. “Sal de este hombre, vete a los cerdos, vete
donde quieras, vete a los abismos. Sal de este hombre, es decir de lo que es mío
en propiedad; no dejaré que poseas al hombre porque sería injurioso para mí si te
instalarás en él en lugar de hacerlo yo. He asumido un cuerpo humano, habito en el
hombre: esta carne que tú posees es parte de mi carne. ¡Sal de este hombre!
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”