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Día litúrgico: Domingo II (C) del tiempo ordinario
Texto del Evangelio ( Jn 2,1-12): En aquel tiempo, se celebraba una boda en
Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda
Jesús con sus discípulos. Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de
la boda, le dice a Jesús su madre: «No tienen vino». Jesús le responde: «¿Qué
tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora». Dice su madre a los
sirvientes: ᆱHaced lo que Él os digaᄏ (…).
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto
XVI) (Città del Vaticano, Vaticano)
El "sí" del Hijo y el "sí" de María se convierten en un único "sí"
Hoy nos gusta menos aún lo que Jesús dice luego a María en Caná: "¿Qué tengo yo
contigo, mujer?".
En el contexto de la encarnación de Jesús hay dos diálogos que van juntos y se
funden. Está ante todo el diálogo de María con el arcángel Gabriel, en el que ella
dice: "Hágase en mí según tu palabra" (Lc 1,38). Pero existe un texto paralelo a
este, podríamos decir un diálogo dentro de Dios, con el que se inicia la Encarnación.
El Hijo eterno dice al Padre: "Sacrificio y oblación no quisiste; pero me has formado
un cuerpo. (...) He aquí que vengo para hacer, oh Dios, tu voluntad" (Hb 10,5-7;
cf. Sal 40,6-8).
—El "sí" del Hijo y el "sí" de María se convierten en un único "sí". En este doble "sí"
la obediencia del Hijo se hace cuerpo; María con su "sí" le da el cuerpo. La relación
más profunda que tienen Jesús y María es este "doble sí", gracias a cuya
coincidencia se realizó la Encarnación.
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