Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Enero 26
Memoria de los Santos Timoteo y Tito
----------------------------------------------
Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Refrescando la memoria de tu fe sincera * Contad las
maravillas del Señor a todas las naciones. * La mies es abundante y los obreros
pocos
Textos para este día:
2 Timoteo 1,1-8:
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, llamado a anunciar la promesa
de vida que hay en Cristo Jesús, a Timoteo, hijo querido; te deseo la gracia,
misericordia y paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro. Doy gracias a
Dios, a quien sirvo con pura conciencia, como mis antepasados, porque tengo
siempre tu nombre en mis labios cuando rezo, de noche y de día. Al acordarme de
tus lágrimas, ansío verte, para llenarme de alegría, refrescando la memoria de tu fe
sincera, esa fe que tuvieron tu abuela Loide y tu madre Eunice, y que estoy seguro
que tienes también tú. Por esta razón te recuerdo que reavives el don de Dios, que
recibiste cuando te impuse las manos; porque Dios no nos ha dado un espíritu
cobarde, sino un espíritu de energía, amor y buen juicio. No te avergüences de dar
testimonio de nuestro Señor y de mí, su prisionero. Toma parte en los duros
trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios.
Salmo 95:
Cantad al Señor un cántico nuevo, / cantad al Señor, toda la tierra; / cantad al
Señor, bendecid su nombre. R.
Proclamad día tras día su victoria. / Contad a los pueblos su gloria, / sus maravillas
a todas las naciones. R.
Familias de los pueblos, aclamad al Señor, / aclamad la gloria y el poder del Señor,
/ aclamad la gloria del nombre del Señor. R.
 
Decid a los pueblos: "El Señor es rey, / él afianzó el orbe, y no se moverá; / él
gobierna a los pueblos rectamente." R.
Lucas 10,1-9:
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de
dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: "La
mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que
mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Miras que os mando como corderos
en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a
saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a
esta casa." Y, si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no
volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan,
por que el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un
pueblo y os reciben bien, comed los que os pongan, curad a los enfermos que haya,
y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios.""
Homilía
Temas de las lecturas: Refrescando la memoria de tu fe sincera * Contad las
maravillas del Señor a todas las naciones. * La mies es abundante y los obreros
pocos
1. Un Milagro que No Acaba
1.1 Estamos acostumbrados a pensar en los milagros como puntos casi aislados
dentro de una larga línea que es la vida. Esta fiesta de hoy nos invita a reflexionar
en un milagro que no acaba: la transmisión misma de la fe. Si recordamos a
Timoteo y a Tito es fundamentalmente por el papel notable que tuvieron como
colaboradores y en cierto modo sucesores del apóstol Pablo en la presidencia y la
obra de predicación de las nacientes comunidades cristianas.
1.2 En la primera lectura Pablo recuerda cómo la fe cubre ya tres generaciones: a
la abuela, la mamá y a Timoteo mismo. Es maravilloso que así se extienda el don
de Dios. Pero le recuerda también que él mismo debe cuidar el don recibido,
particularmente ese don especial que le fue conferido por imposición de manos.
Esta alusión, en su sencillez, nos permite asomarnos a otro milagro que atraviesa
los siglos: la sucesión apostólica.
1.3 En nuestra Iglesia nadie se elige a sí mismo para presidir la comunidad.
Tampoco es la comunidad la que elige a sus pastores, como una provincia eligiendo
su gobernador. La Iglesia nace de la predicación de los apóstoles y es a través de
ellos como recibe su alimento que es la Palabra. Esta Palabra conlleva autoridad y
tiene poder para edificar a la misma comunidad: de ella brota todo, incluyendo la
decisión de quién y cómo ha de prolongar el ministerio de edificar a la comunidad.
Por eso nuestros pastores no son --o no deben ser-- el resultado de un esfuerzo de
autopromoción ni tampoco el fruto de una campaña electoral. Son una expresión,
entre tantas, del amor de Dios que cuida y defiende su obra.
2. Faltan Operarios
2.1 Con estas consideraciones entendemos mejor el texto del evangelio de hoy.
Cristo constata que "faltan operarios" para la mies y propone como estrategia pedir
al dueño de la mies que mande operarios. En buena lógica esto sólo puede
significar que los operarios son un regalo, un don que el Padre, dueño de la mies,
otorga a su mies.
2.2 Notemos también el vínculo que hay entre la necesidad sentida y la oración
realizada. Quien no tiene hambre no pide pan. Hay que sentir la falta de operarios,
sentirla en las entrañas, padecerla en lo hondo del corazón, para rogar, como es
debido a Dios para que mande obreros a su mies.
2.3 Uno siente que faltan operarios cuando ve que la evangelización no alcanza.
Esta es una sensación cuantitativa. Pero más importante es sentir lo cualitativo:
más que un número determinado, cosa que pensaría un simple administrador,
necesitamos un número apropiado: un número de operarios que se apropie con
amor de la causa del Evangelio y la sienta como propia. Así lo hicieron Timoteo y
Tito, que hoy rueguen por nosotros.
Fr. Nelson Medina, O.P.