EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Jueves de la tercera semana del tiempo ordinario
Carta a los Hebreos 10,19-25.
Por lo tanto, hermanos, tenemos plena seguridad de que podemos entrar en el
Santuario por la sangre de Jesús,
siguiendo el camino nuevo y viviente que él nos abrió a través del velo del Templo,
que es su carne.
También tenemos un Sumo Sacerdote insigne al frente de la casa de Dios.
Acerquémonos, entonces, con un corazón sincero y llenos de fe, purificados
interiormente de toda mala conciencia y con el cuerpo lavado por el agua pura.
Mantengamos firmemente la confesión de nuestra esperanza, porque aquel que ha
hecho la promesa es fiel.
Velemos los unos por los otros, para estimularnos en el amor y en las buenas
obras.
No desertemos de nuestras asambleas, como suelen hacerlo algunos; al contrario,
animémonos mutuamente, tanto más cuanto que vemos acercarse el Día.
Salmo 24(23),1-2.3-4ab.5-6.
Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella,
el mundo y todos sus habitantes
porque él la fundó sobre los mares,
él la afirmó sobre las corrientes del océano.
¿Quién podrá subir a la Montaña del Señor
y permanecer en su recinto sagrado?
El que tiene las manos limpias
y puro el corazón;
el que no rinde culto a los ídolos
ni jura falsamente:
él recibirá la bendición del Señor,
la recompensa de Dios, su Salvador.
Así son los que buscan al Señor,
los que buscan tu rostro, Dios de Jacob.
Evangelio según San Marcos 4,21-25.
Jesús les decía: "¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un cajón o
debajo de la cama? ¿No es más bien para colocarla sobre el candelero?
Porque no hay nada oculto que no deba ser revelado y nada secreto que no deba
manifestarse.
¡Si alguien tiene oídos para oír, que oiga!".
Y les decía: "¡Presten atención a lo que oyen! La medida con que midan se usará
para ustedes, y les darán más todavía.
Porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene".
Comentario del Evangelio:
Beata Teresa de Calcuta (1910-1997), fundadora de las Hermanas
Misioneras de la Caridad
No hay amor más grande, cap. 67
“Ser luz del mundo” (Mt 5,14)
Es posible que no sea capaz de fijar mi atención totalmente en Dios durante mi
trabajo. Dios no me lo pide de ninguna manera. Con todo, yo puedo desear
plenamente y procurar cumplir mi trabajo con Jesús y por Jesús. Hermosa tarea.
Ésta es la que Dios quiere. Quiere que nuestra voluntad y nuestro deseo se dirijan a
él, a nuestra familia, a nuestros hijos, a nuestros hermanos y a los pobres.
Cada uno de nosotros somos un instrumento pobre. Si observas la composición
de un aparato eléctrico, encontrarás un ensamblaje de hilos grandes y pequeños,
nuevos y gastados, caros y baratos. Si la corriente eléctrica no pasa a través de
todo ello, no habrá luz. Estos hilos somos tú y yo. Dios es la corriente. Tenemos
poder para dejar pasar la corriente a través de nosotros, dejarnos utilizar por Dios,
dejar que se produzca luz en el mundo... o bien rehusar ser instrumentos y dejar
que las tinieblas se extiendan.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”