I Domingo de Cuaresma, Ciclo C
Salir de la ceguera blanca
La Palabra: “No solo de pan vive el hombre” (evangelio).
1. Cuaresma es el tiempo en que la Iglesia hace un alto en el camino para
reflexionar en su vocación, revisar y enderezar lo torcido. Cuaresma evoca “la
cuarentena”, que tiene gran simbolismo en la historia bíblica. Moisés y Elías
llegaron al encuentro con Dios después de una purificación de cuarenta días y
cuarenta noches en la montaña. El pueblo liberado de la esclavitud llegó a la tierra
prometida después de cuarenta años en el desierto. Jesús mismo, después de su
bautismo, estuvo retirado en el desierto cuarenta días y cuarenta noches.
2. Cuaresma es el tiempo adecuado para que los creyentes cristianos revisemos
nuestra forma de vivir: si estamos procediendo con los criterios del evangelio, si
tratamos de recrear la conducta de Jesús, o nos dejamos llevar por la soberbia, las
apariencias y el individualismo que nos deshumanizan y desfiguran nuestra
existencia cristiana. En su novela Ensayo sobre la ceguera, el literato portugués
José Saramago, Premio Nobel, denuncia que nos hemos acostumbrado a vivir en la
superficialidad; aunque no tenemos una lesión física, padecemos una terrible
ceguera para descubrir la verdadera realidad de nuestra vida y vemos todo como
una masa blanca de leche.
3. Es verdad que sin pan, sinónimo de alimentos básicos e imprescindibles, no
podemos subsistir. Pero si queremos construir una sociedad fraterna donde todas y
todos vivamos con la dignidad de personas, es necesario no solo trabajar para
conseguir los alimentos corporales necesarios. Hay que consentir en la presencia de
Dios amor en nosotros, para relacionarnos con los otros inspirados por ese amor.
Por ahí nos orienta hoy el evangelio: Jesús de Nazaret superó la tentación de
responder al deseo profundo de felicidad sin límites que puja en nuestra intimidad
solo consiguiendo recursos de subsistencia. Necesitamos abrirnos y confiar en ese
Dios que nos habita, nos ama y se mantiene fiel a la promesa hecha realidad en
Jesucristo.
Fray Jesús Espeja, OP
Con permiso de Palabranueva.net