J UEVES DE CENIZA
(Dt 30, 15-20; Sal 1; Lc 9, 22-25)
L ECTURA
“Elige la vida , y viviréis tú y tu descendencia,
amando al Señor tu Dios, escuchando su voz,
pegándote a él, pues él es tu vida” (Dt 30,19-20).
“El que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De
qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se
pierde o se perjudica a sí mismo?” (Lc 9,25).
V IA C RUCIS , II E STACIÓN
C OMENTARIO
Sorprenden las enseñanzas de la Biblia y la revelación paradójica de alcanzar la
vida entregándola. Si la naturaleza reclama sus derechos un tanto egoístas, la Palabra
desvela el modo de alcanzar la plenitud.
Quienes se abren a la invitación de Jesús para ir detrás de Él, aunque parezca que
supone una renuncia, descubren la libertad de corazón, porque se sienten amados; la
mayor riqueza, porque descubren el tesoro que no tiene riesgo de pérdida; el gozo
íntimo, por habitar bajo la mirada divina y misericordiosa.
Quienes se aferran a los bienes de este mundo, perecen en desasosiego, miedo,
temor y angustia porque puedan perderlos. Los que saben vivir con lo necesario,
permanecen serenos y son capaces de ayudar a los demás.
Quienes se adhieren a dependencias esclavizantes sucumben en ansiedad y
deterioro de su salud. Por el contrario, los que gozan de no tener otro señor que a
Jesucristo, son testigos de la anchura de horizontes y del amplio sentido de sus vidas,
aun en momento de intemperie.
Los seguidores de Jesús, por el sendero que lleva a la entrega de sus vidas por
amor, nos muestran que en medio de todas las intemperies, al igual que las que sufren
sus contemporáneos, les asiste la fuerza del acompañamiento del Maestro.
P UNTOS DE REFLEXIÓN
¿Das crédito a la paradoja del Evangelio “quien pierde su vida, la gana”? ¿Tienes
alguna dependencia que te impide la libertad interior?
¿Has decidido romper con aquello que te ata, te esclaviza, y te sume en ansiedad?
¿Has llegado a gustar, aunque sólo sea por un momento, la anchura interior que se
percibe cuando eres dueño de tus actos y hasta eres capaz, por gracia, de superar todo
egoísmo?