Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Ciclo C, Tiempo de Cuaresma,
Domingo de la Semana No. 1
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Profesión de fe del pueblo escogido * Está conmigo,
Señor, en la tribulación. * Profesión de fe del que cree en Jesucristo * El Espíritu lo
fue llevando por el desierto, mientras era tentado
Textos para este día:
Deuteronomio 26, 4-10:
Dijo Moisés al pueblo: "El sacerdote tomará de tu mano la cesta con las primicias y
la pondrá ante el altar del Señor, tu Dios.
Entonces tú dirás ante el Señor, tu Dios: "Mi padre fue un arameo errante, que bajó
a Egipto, y se estableció allí, con unas pocas personas.
Pero luego creció, hasta convertirse en una raza grande, potente y numerosa.
Los egipcios nos maltrataron y nos oprimieron, y nos impusieron una dura
esclavitud.
Entonces clamamos al Señor, Dios de nuestros padres, y el Señor escuchó nuestra
voz, miró nuestra opresión, nuestro trabajo y nuestra angustia.
El Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, en medio de gran
terror, con signos y portentos.
Nos introdujo en este lugar, y nos dio esta tierra, una tierra que mana leche y miel.
Por eso, ahora traigo aquí las primicias de los frutos del suelo que tú, Señor, me
has dado."
Lo pondrás ante el Señor, tu Dios, y te postrarás en presencia del Señor, tu Dios."
Salmo 90 :
Tú que habitas al amparo del Altísimo, que vives a la sombra del Omnipotente,
 
di al Señor: "Refugio mío, alcázar mío, Dios mío, confío en ti." R.
No se te acercará la desgracia, ni la plaga llegará hasta tu tienda, porque a sus
ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos. R.
Te llevarán en sus palmas, para que tu pie no tropiece en la piedra; caminarás
sobre áspides y víboras, pisotearás leones y dragones. R.
"Se puso junto a mí: lo libraré; lo protegeré porque conoce mi nombre, me
invocará y lo escucharé. Con él estaré en la tribulación, lo defenderé, lo glorificaré."
R
Romanos 10, 8-13:
Hermanos: La Escritura dice: "La palabra está cerca de ti: la tienes en los labios y
en el corazón."
Se refiere a la palabra de la fe que os anunciamos.
Porque, si tus labios profesan que Jesús es el Señor, y tu corazón cree que Dios lo
resucitó de entre los muertos, te salvarás.
Por la fe del corazón llegamos a la justificación, y por la profesión de los labios, a la
salvación.
Dice la Escritura: "Nadie que cree en él quedará defraudado."
Porque no hay distinción entre judío y griego; ya que uno mismo es el Señor de
todos, generoso con todos los que lo invocan.
Pues "todo el que invoca el nombre del Señor se salvará."
Lucas 4, 1-13:
En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y, durante
cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el
diablo.
Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre.
Entonces el diablo le dijo: "Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta
en pan." Jesús le contestó: "Está escrito: "No sólo de pan vive el hombre"."
Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del
mundo y le dijo: "Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han
dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo."
Jesús le contestó: "Está escrito: "Al Señor, tu Dios, adorarás y a él sólo darás
culto"." Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: "Si
eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: "Encargará a los
ángeles que cuiden de ti", y también: "Te sostendrán en sus manos, para que tu
pie no tropiece con las piedras"."
Jesús le contestó: "Está mandado: "No tentarás al Señor, tu Dios"."
Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.
Homilía
Temas de las lecturas: Profesión de fe del pueblo escogido * Está conmigo,
Señor, en la tribulación. * Profesión de fe del que cree en Jesucristo * El Espíritu lo
fue llevando por el desierto, mientras era tentado
1. Una Historia de Salvación
1.1 Uno está acostumbrado a pensar que profesar la fe es enunciar una serie de
verdades sobre quién es Dios, quién es Cristo y qué es la Iglesia. Fácilmente se
puede mirar el credo que decimos en la Misa de esa manera. La primera lectura de
hoy nos da una nueva perspectiva: la profesión de fe es también un relato. El Dios
en quien nosotros creemos no se ha quedado lejano y pensativo sino que su amor
nos ha acompañado. Creer en Dios es reconocer su paso por nuestra historia.
Profesar la fe en Dios es recordar sus maravillas.
1.2 Algunos autores gustan de decir esto mismo con un término elocuente:
"historia de salvación." Aunque es una expresión a la que se le pueden poner
algunos reparos, no cabe duda que captura muy bien algunos rasgos muy propios
de la Biblia. Por lo pronto: hablar de "historia," en sentido propio, es afirmar que el
tiempo no es un círculo y que el universo no está simplemente dando ciclos en el
marasmo de un "eterno retorno," a la manera del sámsara hindú. La historia, como
noción bíblica, implica que el tiempo es una flecha y que apunta finalmente hacia
algo, o mejor: hacia el encuentro con Alguien.
1.3 Pero luego vemos que en ese caminar el pueblo de Dios no avanza a ciegas sino
que hay destellos preciosos que nos dejan ver algo del amor poderoso o del poder
amoroso de Dios, manifiesto a favor nuestro. Esa fuerza de gracia y de vida nos ha
rescatado de numerosos malos y tiranías, y por eso nuestra historia es historia de
salvación.
1.4 Cuando apenas estamos iniciando la Cuaresma es saludable recordar que
nuestra vida entera es camino y que en ese camino nos guía y alienta la voz del
Señor.
2. Tentaciones Vencidas
2.1 Si la cuaresma es camino, es bueno recordar que e él hay también tropiezos,
retos y dificultades. Nadie dijo nunca que vivir en cristiano iba a ser fácil y es muy
saludable que todos lo recordemos mirando el ejemplo de Nuestro Señor Jesucristo.
2.2 En las tentaciones de Cristo se pueden considerar muchas cosas, por ejemplo,
el lugar donde suceden. El desierto es mucho más que la designación de un sitio
geográfico; lo que cuenta en él sobre todo es la desprotección, la necesidad, la
vulnerabilidad. Ahí donde uno experimenta que es frágil o necesitado, ahí pronto se
encuentra la tentación. Esto quiere decir, entre otras cosas, que la tentación nos
lleva a conocernos mejor a nosotros mismos.
2.3 Otro punto es que la tentación sale al encuentro de Cristo. Hay tentaciones que
uno sale a buscar, pero en ellas lo que uno busca no es el ser tentado, sino el bien
pasajero y mentiroso de alguna clase de pecado. En las tentaciones que uno busca
uno no se conoce porque en ellas uno no encuentra el bien profundo que lo sostiene
a uno sino el bien mentiroso con el que uno ha escogido ser engañado.
2.4 Por el contrario, cuando es la tentación la que sale al encuentro, como le pasó a
Cristo, hay una oportunidad magnífica para tres cosas: para afianzar nuestra raíz
en el bien verdadero sin dejarnos seducir por los bienes efímeros y tramposos; para
crecer en humildad, aprendiendo a no fiarnos de las propias fuerzas; y para
comprender mejor a los que pasan por dificultades semejantes.
2.5 Mientras admiramos a Cristo, vencedor de la tentación, pidamos de él la
sabiduría y al fortaleza para que cada batalla sea una victoria, y cada victoria una
nueva razón para alabar su amor y su gracia.
Fr. Nelson Medina, O.P.